Antonio Espaillat confiesa que nunca se inspeccionó el techo del Jet Set

El gerente del centro explicó por qué no fue al lugar de los hechos y dijo no tener indicios previos del colapso

Santo Domingo.– “Me llamó mi hermana desde debajo de los escombros. Me dijo: ‘Escuché una explosión y todo se cayó’”. Así fue como el empresario Antonio Espaillat, propietario de la discoteca Jet Set, se enteró del colapso que acabó con la vida de 232 personas en República Dominicana.

El gerente del centro de entretenimiento Jet SetAntonio Espaillat, aseguró este martes que no tuvo conocimiento previo de ninguna señal de alerta que indicara un posible colapso estructural en el local, y afirmó que, de haber estado presente, «jamás hubiera permitido» que ocurriera una tragedia como la del pasado lunes 8 de abril.

Espaillat se encontraba en Las Vegas, Estados Unidos, participando en una feria de radio y televisión, cuando recibió la llamada de su hermana.

“Eran tres horas de diferencia. Me llamó a las 10:30 de la mañana, hora de Las Vegas. No tenía idea de lo que había pasado. Dije: ‘¿Cómo se puede caer un techo?’”, relató durante su primera entrevista desde el desastre, ofrecida a la periodista Edith Febles, del programa El Día, transmitido por Telesistema Canal 11.

Aunque intentó ir a la zona cero al llegar ala país, le advirtieron que no era seguro acercarse al lugar.

“Cuando llegué, me dijeron que no fuera. Pero lo primero que quería era saber qué pasó. Todos los lunes compartíamos ahí. Dos lunes antes, yo estaba ahí. Mi hermana y yo siempre estábamos ahí”, dijo.

Visiblemente afectado, el empresario aseguró que si hubiese existido alguna manera de evitar la tragedia, lo habría hecho sin dudarlo. “Puede estar segura que lo hubiese evitado”, afirmó.

Espaillat reveló que el mismo día del evento se habían cambiado algunos plafones del techo, hechos de yeso, por parte de empleados del local. Sin embargo, admitió que en los 30 años de operación del establecimiento nunca se realizó una revisión estructural del techo, a pesar de que el edificio presentaba filtraciones desde hace años.

“Siempre teníamos el techo impermeabilizado, pero sí, había filtraciones”, explicó.

También confesó que anteriormente ya se habían caído plafones, aunque nunca se pensó que eso pudiera desembocar en un colapso total.

“Todos nos sorprendimos. En 30 años, siempre se caían los plafones, pero nada como esto”, lamentó.

«Todos los lunes estaba ahí»

El empresario contó que su presencia en Jet Set los días lunes era habitual. «Yo todos los lunes estaba ahí. En mi silla, sentado. Si no estaba, era porque no estaba en el país. Y mi hermana y yo éramos los que siempre estábamos ahí», subrayó.

Al ser cuestionado sobre si el accidente pudo haberse evitado, respondió: «Si hubiera sido algo que se pudiera evitar, usted puede estar segura de que yo lo hubiera tratado de evitar. Mi hermana estaba ahí. Mi madre estaba ahí todo el tiempo también. Y por un tema de responsabilidad, yo no lo hubiera permitido jamás».

Espaillat aseguró que está comprometido con esclarecer lo ocurrido y colaborar con las autoridades en la investigación. «El primero que quiere saber qué pasó soy yo», insistió.

«Una familia discoteca»

Espaillat se refirió a la clientela de Jet Set como parte de una comunidad estable y duradera: «Ahí había clientes de 30 años. La mayoría tenía su mesa fija. Llamaban a su camarero para decir si iban o no. Era una familia, la familia Jet Set«.

Relató que, si no estaba él, asistía su hermana. «Nosotros nacimos con ese negocio, creado por mi madreEn diciembre pasado hicimos unas 20 fiestas con artistas en vivo. No falté a una. El 26 de febrero celebramos el 52 aniversario del Jet Set con toda la familia presente», dijo.

No hubo advertencias, dice

Al ser consultado sobre posibles advertencias sobre fallas en el techo, negó haber recibido algún informe técnico: «Ningún ingeniero nunca se me acercó con presupuestos ni advertencias. Yo me enteré de esas versiones por redes. Y con cuatro millones de pesos no se arregla ni una esquina de un techo hoy en día», aseguró.

Sobre la seguridad del local, explicó que Jet Set contaba con seguridad física (seis personas), control de acceso y que fue uno de los primeros centros en prohibir el ingreso de armas, incluso a militares. Aclaró que sí recibían inspecciones de bomberos, Salud Pública y autoridades laborales, pero «nunca hubo una revisión estructural».

«Yo estoy aquí, voy a dar la cara»

Antonio Espaillat aseguró que su vida cambió con lo ocurrido y que el dolor de las víctimas es también su dolor. «Estoy destrozado. No sabía la magnitud hasta que llegué al país. Cuando vi el lugar, mi dolor se acrecentó. Ahí vi toda una vida», dijo.

Preguntado sobre las consecuencias legales y económicas, dijo que Jet Set contaba con seguros «que cubrían lo que recomendaban los aseguradores», aunque no podía confirmar si había cobertura específica por colapso estructural.

Afirmó que está dispuesto a colaborar en todo lo necesario. «Yo voy a estar aquí. Yo voy a trabajar para ayudar a las personas que pueda ayudar y a responder a todo lo que la ley me exija«, declaró.


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