No solo es Ucrania y Rusia, hay otros conflictos en el mundo

Luis González

Si bien es cierto que debemos prestar atención al conflicto entre Rusia y Ucrania, porque representa el enfrentamiento geopolítico donde el actual orden mundial, que tiene a EE. UU. y Europa como parte, y a Rusia, representando un nuevo orden mundial multipolar, es bueno saber que existen otros conflictos, no menos importantes.

EE. UU. salió de Afganistán sin haber logrado el objetivo, que era sacar a los talibanes del poder y reorganizar el país. 20 años, billones de dólares y miles de muertes después, hoy los talibanes volvieron al poder con su consecuente drama social.

En el llamado Oriente Próximo, el conflicto palestino-israeli, parece que se recrudecerá, por lo que sugiero dar seguimiento. El de Siria, que aunque ya no está en la palestra, el 70 % de la población necesita ayuda humanitaria, continúan las muertes, desplazados, refugiados, no obstante, Bashar al Assad, la razón por la cual comenzó el conflicto en 2011, continúa en el poder y parece que se fortalece.

Hay algo de geopolítica aquí, que involucra a Rusia e Irán por un lado y a EE. UU. del otro, ellos y sus intereses son la verdadera razón del conflicto.

En la parte suroeste de la península arábiga, en el estratégico estrecho Bab el-Mandeb, en el Golfo de Adén, que une océano Índico y mar Rojo, está Yemen, un país asiático, donde se libra una guerra civil desde 2014. Después de 9 años han muerto casi 300 mil personas, muchos civiles, entre ellos miles de niños y el 80 % de la población precisa de ayuda humanitaria. Arabia Saudita, apoyando un sector e Irán de manera indirecta apoya el otro. Igual, en este conflicto los de fuera, en este caso Arabia Saudita e Irán, podrían ponerle fin.

Etiopía, un país africano, que venía recuperándose de la pobreza extrema y hambruna, con el liderazgo de Abiy Ahmed, premio Nobel de la Paz 2019, pero que está compuesto de al menos 80 etnias diferentes, tiene una guerra civil entre el Gobierno y grupos rebeldes de la etnia mayoritaria en Tigray que está al norte del país en frontera con Eritrea. Millones de desplazados y refugiados que precisan de ayuda humanitaria.

En Myanmar, antigua Birmania, Sudeste asiático, después que la premio nobel de la paz Aung San Suu Kyi, llegó al poder de manera democrática, fue víctima del un golpe de Estado, a partir de ahí, guerra fratricida, que ha traído como consecuencia miles de muertos y desplazados, así como de 1 millón de la etnia rohingya, que viven en condición de refugiados en campos hacinados en el sur de Bangladés.

En cada conflicto, el negocio de la venta de armas es una de las partes interesadas, EE. UU. como mayor fabricante, Rusia, Francia e incluso España obtienen jugosas ganancias de la tragedia humana.

Luchas por el poder, que detiene el desarrollo, enviando un claro mensaje, de que sólo en paz hay progreso real de los pueblos, de las mayorías y que con las guerras no gana nadie, sólo los que venden amas. ¿Cuándo aprenderemos la lección? Espero no sea demasiado tarde. Adelante.


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