«Brasil es un país decisivo»: ¿por qué su postura contra Israel abre un choque con EEUU?

Karen Fabián

En medio de la crisis del mundo unipolar, Brasil refuerza la alianza del sur global al adherirse a la demanda de Sudáfrica contra Israel ante el máximo tribunal de la ONU por presunto genocidio en Gaza. Esto podría escalar las tensiones comerciales con EEUU, principal aliado del Estado judío, de acuerdo con expertos consultados.

Brasil anunció que se sumará formalmente como «tercer país» en la demanda interpuesta por Sudáfrica ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de la ONU contra Israel por sus presuntas violaciones de la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio.

La noticia fue dada a conocer por el canciller brasileño, Mauro Vieira, durante la XVII cumbre de los BRICS en Río de Janeiro, en medio de las tensiones arancelarias con Donald Trump. «Hemos hecho enormes esfuerzos para llamar a las negociaciones. [Pero] los últimos acontecimientos en la guerra nos hicieron tomar la decisión de sumarnos a Sudáfrica en la Corte Internacional», dijo Vieira.

Según informó O Globo citando a un diplomático brasileño, la Cancillería de Brasil considera que Israel «ha dejado claro que va a continuar despreciando la diplomacia, haciendo lo que quiera contra los civiles palestinos». Además, la fuente sostuvo que lo anterior no solo sucede en Gaza, sino también en Cisjordania, «que nunca ha tenido nada que ver con Hamás», por lo que «llegó la hora» de actuar en otros frentes.

«No hay coincidencias»

La decisión, de acuerdo con el medio brasileño, podría generar reacciones en Israel, pero, además, tiene el potencial de agravar las amenazas de Washington contra Brasil.

«Sin duda todo se encuentra bajo este mismo contexto», sostuvo en entrevista con Sputnik el internacionalista Juan Daniel Garay Saldaña, para quien es muy importante que la decisión de Brasil se haya dado a conocer en la cumbre de los BRICS, bloque fundado por Brasil, Rusia, la India, China y Sudáfrica, y el cual ha sido duramente criticado por el presidente estadounidense Donald Trump.

Sin embargo, el experto precisa que, aunque Estados Unidos utiliza los aranceles como una herramienta de presión para negociar con sus adversarios, Brasil no ha dado muestras de querer negociar con el país norteamericano e, incluso, se está planteando la posibilidad de terminar con el tratado comercial que tiene con Israel.

En mayo de este año, un grupo de aproximadamente 200 personalidades de Brasil, entre congresistas, intelectuales y artistas, le envió una carta al presidente Luiz Inacio Lula da Silva en la que le exigen que rompa relaciones diplomáticas y comerciales con Tel Aviv debido a lo que consideran un «genocidio» de Israel contra el pueblo palestino en Gaza.

Brasil juega un rol protagónico

Para Garay Saldaña, el gigante sudamericano está en una confrontación abierta con Washington —al que dijo que responderá con aranceles recíprocos si entran en vigor los gravámenes de 50% con los que amenazó a Lula da Silva para que frene el juicio contra Jair Bolsonaro por su presunta participación en una trama golpista— porque Brasilia ostenta Brasilia ostenta un papel muy destacado en la región.

De esa manera, el internacionalista menciona que es necesario observar si «Brasil recula en alguno de estos temas y busca la negociación porque, si no, pudiera escalar la situación entre ambos países».

«El peso de Brasil es muy importante»

La adhesión de Lula da Silva a la demanda contra Israel por presunto genocidio es consecuente con el posicionamiento histórico de la izquierda brasileña, que tiene una tradición de defensa de los derechos humanos y el derecho internacional, dijo a Sputnik el historiador y latinoamericanista Javier Gámez Chávez.

Al mismo tiempo, señaló que el mandatario brasileño tiene una gran relevancia en la comunidad internacional: «Recordemos que él fue nominado al Nobel de la Paz y, desde que llegó Lula al poder, el peso de Brasil es muy importante».

Adicionalmente, el académico apuntó que la adhesión de Brasil a la querella iniciada por Sudáfrica se inserta en un contexto de crisis neoliberal y del mundo unipolar.

En opinión de Gámez Chávez, dicha crisis es muy evidente al observar que Estados Unidos y sus aliados ya no tienen la libertad de modelar libremente el sistema internacional, mientras que nuevos países tienen cada vez más un papel destacado.

«En ese contexto, en realidad, es donde se están dando estas expresiones, en donde el Gobierno de Donald Trump defiende al que él considera que es un aliado, [el expresidente Jair] Bolsonaro, tratando de que esa corriente bolsonarista siga teniendo importancia y pueda tener presencia en el próximo periodo electoral», analiza el historiador en diálogo con Sputnik.

«El ataque a Lula, o al Gobierno de Lula, a través de la defensa de Bolsonaro, tiene en realidad ese contexto internacional, hay intereses políticos muy específicos», añade.

En ese sentido, Gámez Chávez sostiene que la confrontación entre los dos países americanos representa la oposición entre un bloque que quiere un nuevo sistema internacional, construido sobre la base de la cooperación multilateral, y otro que defiende el viejo sistema unilateral, que se construyó en los años 90 mediante el proceso de globalización.

«Brasil en ese contexto apoya a otro miembro de los BRICS, que es Sudáfrica, para presionar, en la Corte Internacional de Justicia, que Israel ha cometido un genocidio contra el pueblo palestino, porque también se está jugando en la región de Oriente Medio una lucha importante por defender este territorio ocupado (…), es todo un proceso de lucha internacional de estos bloques», razona el historiador.

Finalmente, Gámez Chávez señala que es muy pronto para saber a dónde llegará la querella en la Corte Internacional de Justicia, pero sostiene que es una medida relevante, aunque sea a través de un mecanismo del mundo unipolar.

Por su parte, Garay Saldaña señala que Israel no aceptará someterse al resultado que pudiera tener el caso, además de que no habrá una resolución jurídica que resulte en una condena contra el Estado judío.

Sin embargo, destacó que, aunque se trata de una «condena moral (…), eso no le quita el peso a una decisión de países importantes que se suman contra Israel ante lo que está sucediendo en la Franja de Gaza, porque, definitivamente, es una tragedia humanitaria».


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