En Francia, conocida por su recelo frente a las vacunas, muchos médicos también dudan

Menos de la mitad de los médicos franceses están «seguros» de querer ser vacunados contra el covid-19, según un estudio, mientras que entre los otros la mayoría piensa hacerlo, y son pocos los que no lo recomendarán a sus pacientes, en un país conocido por su escepticismo sobre la vacunación.

Según el estudio del investigador Pierre Verger, que entrevistó a 1.200 doctores entre octubre y noviembre pasados, sólo 47% de ellos afirma que «seguro» que se vacunarán contra el covid-19.

En esta encuesta difundida el viernes por el ministerio de Salud, 29% de los encuestados afirma que se inyectará «probablemente» la vacuna y 11% piensa rechazarla. El 15% no se pronuncia.

Para el autor del estudio, entrevistado por la AFP, estas cifras muestran cierta vacilación de los médicos frente a esta vacuna.

«Estamos lejos de tener un acuerdo o un compromiso masivo con la vacunación. Tenemos unas tres cuartas partes de respuestas positivas, pero con diferentes grados», explica Verger.

«Si el nivel de vacilación de los médicos generalistas no disminuye, será un freno para la campaña de vacunación», continúa.

– Palabras con mucho peso –

Sin embargo, la encuesta muestra que cuatro de cada cinco doctores piensan recomendarla a sus pacientes. Sólo 1% de los médicos encuestados prevén «seguramente» no recomendar la inyección.

«En Francia se confía mucho en su médico para obtener información sobre las vacunas. Cuando su médico de cabecera dice que hay que vacunarse más, es una palabra que tiene mucho peso», explica Antoine Bristielle, investigador de la Fundación Jean Jaurès, que acaba de emitir un informe sobre el escepticismo con respecto a las vacunas.

«La principal pregunta que se nos plantea con respecto a una vacuna desarrollada tan rápidamente es: ‘¿garantiza la seguridad?’. Yo mismo, como científico, al principio me hice algunas preguntas. Leí informes científicos que me tranquilizaron. Nuestro trabajo es explicar el tema y ser transparentes», señala la especialista de enfermedades infecciosas Solen Kerneis.

Por otra parte, las cifras no son muy diferentes de las de otros países considerados como menos reticentes a la vacunación.

Las investigaciones en Bélgica o Quebec (Canadá) muestran resultados similares según el estudio del profesor Verger, mientras que sólo 50% de las enfermeras alemanas indicaron que querían vacunarse, según una encuesta de diciembre de los institutos DGIIN y DIVI.

Si bien Francia es uno de los países más escépticos del mundo sobre la cuestión de las vacunas, la proporción de la población que quiere vacunarse está aumentando considerablemente.

A finales de 2020, sólo 40% de los franceses estaba dispuesto a recibir la inyección, pero la cifra subió a 56%, en una nueva encuesta el viernes.

La hostilidad a la vacunación es «un fenómeno importante y que, sin duda, asusta a los responsables de la salud pública, pero que tampoco ha conseguido socavar todo el sistema vacunal, ya que se siguen observando importantes coberturas vacunales, en particular entre los niños», recuerda Gaëtan Thomas, historiador de la Medicina.

El gobierno francés ha recibido muchas críticas de la oposición por la lentitud de su campaña de vacunación contra el covid-19, pero prevé acelerarla en las próximas semanas.

Sólo unas 45.000 personas han sido inoculadas en el país desde finales de diciembre, frente a varios cientos de miles tanto en Alemania como en el Reino Unido. (AFP)

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