Educación y Desarrollo
Renzo Delgado
En agosto del 1953, cuando la guerra fría se aposentaba en los intersticios del salón Oval y el Kremlin, Howard Hawks, cineasta estadounidense con un guión escrito por Charles Lederer, salía a la luz para la filmografía mundial «Los hombres las prefieren rubias», esta producción, que se convirtió en culto, no solo porque actuaba en ella la sin par musa y diva Marilyn Monroe, es posible que el film ponía al descubierto un sentimiento subyacente en la mentalidad del hombre que quizás para la época era resguardado por los pruritos morales que se esgrimían para la convivencia. En ese entonces nuestro país era sometido por un hombre, Rafael Leonidas Trujillo Molina, el impacto que tuvo en el cuerpo social dominicano fue medianamente notorio.
Los hombres dominicanos empezaron a ver a las rubias con alevosía carnal, algunos dirían para mejorar la raza, ocultando la preferencia que en un pueblo de mestizo surge como paradigma de la mujer y la belleza a través de los medios de comunicación, ya mucho antes habían existido la genuflexión como conportamiento ante lo extranjero en el discurrir social dominicano.
Son altas, divertidas, estudiadas, ojos azules o verdes, open mind, piernas largas, y sobre todo rubias.
Desde entonces vemos una extranjera como la salvadora de deficiencias acumuladas en la mujer domincana, que por la lucha incesante que se debe llevar en esta sociedad son el verdadero arquetipo de solidaridad conyugal, su reciedumbre, empatía son la muestra fehaciente que para un hombre nacido en estos 48.000 km2 la mejor opción la representa la mujer dominicana, que a fuerza de trabajo levanta a una prole y atiende el hogar al mismo tiempo que va a un trabajo fuera del lar familiar.
Aparentemente la introducción de este artículo, hablará de lujuria, pero no, esta columna no resiste a hacer una sinopsis del cuerpo social del hombre dominicano, pues estará sesgado, porque el autor deberá entonces analizarse él.
Esta columna es de educación y en ella hemos de tocar de soslayo aspectos que ponderen, evalúen la situación educativa que acontece en esta tierra “frugal y material”.
La fenomenología, corriente filosófica creada por Edmund Gustav Albrecht Husserl Prossnitz, (8 de abril de 1859-Friburgo, 27 de abril de 1938) y más luego ampliada por Martin Heidegger (Messkirch, 26 de septiembre de 1889-Friburgo, 26 de mayo de 1976) permite alcanzar una verdad objetiva en el conocimiento acerca de un fenómeno, puede estudiarse desde sus linderos el hecho relativo en la predilección de los seres humanos.
La sociedad mundial fue escindida por la pandemia, muchos negocios, fábricas , instituciones u organizaciones en el mundo también lo fueron, la educación mundial como institución cultural ha sido trastocada, entonces se produjeron a granel métodos de educación a distancia (Hemphill School y National School quedaban fuera del correo moderno, pues el convencional ha quedado en el pasado) esta vez online.
Las universidades no fueron la excepción se plantearon plataformas, antes usadas para echar envidia, como solución ante el evento que se propagó por el mundo entero, para que los estudiantes recibieran docencia y muchas de estas sucumbieron a pesar de que habían sobrevívidos a cierres políticos, desastres naturales, guerras y otras situaciones.
Las universidades dominicanas no desmayaron presentaron a docentes analfabetos funcionales en tecnologías, cursos rápidos para empoderarlos en ambientes disruptivos y novedosos, otros hicieron camino al andar, jóvenes estudiantes enseñaban a compañeros y profesores ayudaban a otros para alcanzar el dominio necesario y asi conseguir el aprendizaje.
Sintieron una ligera competencia que se hizo fuerte al transcurrir el tiempo, las universidades extranjeras a través de las redes se anunciaron y ganaron adeptos, presentaban programas distintos de formación, doctorados, maestrías, licenciaturas y diplomados y como reza un refrán: “ llegaron para quedarse” y de que manera, su docencia es online, en muchas de ellas, la despersonalización es muy notoria, rara vez aparece un docente, se acogen al emblema, educación asincrónica.
“Los paradigmas educativos han cambiado”, conocedores del entusiasta deseo del ser humano sobreponerse ante cualquier eventualidad, prepararse para lo que viene, presentan materiales para ser discutidos en foros, ensayos, exposiciones, monografías e iconografías de procesos fueron creadas aumentando el material visual o de videos en torno a materias, disciplinas que no habían cambiado, y con otras que han perdurado más allá de pandemia, pero ojo mucho ojo, el estudiante está solo ante la estructura que se erige, nadie está con el, el estudiante se sienta ante una fría máquina con la que se interactúa, no hay tiempo, manera, ni interés para que los estudiantes se reúnan y reclamen todo aquello prometido en sus planes que fueron explicados con letras pequeñas, como las tarjetas de créditos.
No responden, si has acabado el programa y necesitas saber que falta para recibirte, no se le orienta, estás solo y en el medio del mar. Hoy en día siguen mostrando una fortaleza fuera de toda duda, exhiben con brillantez las piernas largas, ojos abiertos pero alargados, escote que muestran sin mostrar, iconografías de fenómenos de estudios tal cual revistas pornos de hojas satinadas, y los dominicanos preferimos la rubia, más bien la extranjera, sabiendo que romperán esquemas y sobretodo que las autoridades no tienen cómo someter a esas instituciones a capítulo, y además, la selección realizada a motus propio por los estudiantes ávidos y deseosos de titularse en especialidades con alta inserción laboral, no puede ser controlada a partir de los lineamientos propios que ya se han consensuado y se tienen por buenos y válidos por el organismo rector de la educación superior.
Aprovechemos ahora que la evaluación quinquenal establecida por la Ley 139-01 establece la garantía de calidad educativa en Educación Superior.
Esta evaluación garantiza la calidad, eficacia, eficiencia y pertinencia del sistema educativo, en ese sentido a 49 instituciones de educacion superior se le ha otorgado certificaciones donde dice que han cumplido con los criterios estipulados en la ley. Aprovechemos que una de las universidades dominicanas ( Intec ) ha sido calificada por la firma internacional, Quacquarelli Symondods (QS), en un rango de 1200 a 1400 en una tabla de calificación mundial.
Aprovechemos que actualmente las universidades dominicanas han abierto las posibilidades de maestrías, especializaciones y post grado.
No miremos las instituciones educativas extranjeras aquí hay muy buenas con programas excelentes, las rubias muchas veces causan problemas.