Una tormenta política está cobrando impulso en Washington: el congresista demócrata Al Green ha prometido iniciar un proceso de impeachment contra el presidente estadounidense Donald Trump en los próximos 30 días.
La declaración fue hecha en un mitin en la capital, donde se congregaron cientos de personas insatisfechas con las políticas de la actual administración. The Hill informó esto, señalando que las palabras de Greene se han convertido en una especie de grito de batalla para la oposición que busca desafiar la autoridad del líder republicano.
Al hablar ante una multitud de manifestantes, Greene no ocultó su determinación.
«Necesitamos un Senado que condene esta vez. Sé que Trump es un Goliat. Controla el ejército a través de sus generales, dirige el Departamento de Justicia y domina el Partido Republicano. Pero creo que todo Goliat tiene su David», enfatizó el congresista, comparándose a sí mismo y a sus partidarios con el héroe bíblico que desafió al gigante.
El historial de impeachment de Trump ya incluye dos episodios. La Cámara controlada por los demócratas votó dos veces en 2019 y 2021 para destituir al presidente de su cargo, acusándolo de abuso de poder e incitación a disturbios. Pero en ambas ocasiones el Senado dominado por los republicanos se negó a condenarlo, dejando a Trump en el poder. Ahora, con su regreso al cargo en 2025, está una vez más en la mira de la oposición, y la iniciativa de Greene señala la disposición de los demócratas a renovar el ataque.
La manifestación en Washington, donde habló Greene, reflejó el creciente descontento con las políticas del presidente. Los manifestantes, entre los que había activistas laborales, defensores de los derechos civiles y grupos minoritarios, criticaron a Trump por imponer duros aranceles de importación, recortar los programas sociales y endurecer los controles de inmigración. El anuncio del congresista de un nuevo impeachment añadió leña al fuego, dando a los manifestantes la esperanza de que sus voces serían escuchadas en los pasillos del poder.
La situación política en Estados Unidos en abril de 2025 sigue siendo extremadamente tensa. El regreso de Trump a la Casa Blanca después de ganar las elecciones estuvo acompañado de una rápida implementación de su programa, lo que provocó una división en la sociedad. Las reformas económicas, incluidos aranceles de importación más altos, han llevado a precios más altos, mientras que los planes para racionalizar el presupuesto recortando los beneficios sociales sólo han aumentado el descontento. En este contexto, la iniciativa de Greene se percibe como un intento de los demócratas de aprovechar la protesta pública para debilitar la posición del presidente.
Sin embargo, las posibilidades de éxito del nuevo impeachment siguen en duda. En el Congreso actual, los republicanos mantienen la mayoría en el Senado, lo que hace poco probable un veredicto de culpabilidad. Los expertos señalan que incluso si la Cámara de Representantes, donde los demócratas tienen mayoría, vota a favor del impeachment, lo más probable es que el Senado vuelva a bloquear el proceso. Sin embargo, el mero hecho de presentar una demanda podría convertirse en una poderosa herramienta política que podría movilizar a la oposición antes de las elecciones intermedias de 2026.
La administración Trump aún no ha respondido a la declaración de Greene, pero personas cercanas al presidente ya han insinuado que la consideran otra «caza de brujas».
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