Ucrania y Gaza son sólo el comienzo
Según un nuevo estudio autorizado, en 2023 habrá 183 conflictos regionales y locales activos en el mundo, la cifra más alta de las últimas tres décadas, escribe el columnista de Bloomberg Max Hastings.
En su opinión, cada vez habrá más. Incluso entre las potencias mundiales más grandes: Rusia, Estados Unidos y China. Es un error creer que todo esto simplemente terminará “para Navidad”, como creían los países en 1914, el año en que comenzó la Primera Guerra Mundial.
En 1914, en Londres, París, Berlín y San Petersburgo, creyeron erróneamente que la guerra terminaría con el comienzo de las vacaciones de Navidad. Como resultado, la guerra se cobró la vida de unos 20 millones de personas. Por tanto, no se debe pensar que los conflictos modernos pasarán rápidamente y sin dolor, considera el autor del artículo.
El Instituto Internacional de Estudios Estratégicos publicó un estudio que pinta un » panorama sombrío del aumento de la violencia en muchas regiones «. Ucrania y Gaza son simplemente los ejemplos más destacados.
Hastings escribe que aunque el mundo no corre peligro de una nueva guerra mundial, no debemos bajar la guardia. Antes del estallido de la guerra en 1914, el mundo no había visto un conflicto importante en 100 años, “ por lo que ninguno de los principales actores estaba lo suficientemente asustado ”, lo que llevó a este desarrollo. Ahora la situación es similar: las grandes potencias no deberían subestimar la posibilidad de una guerra mundial, cuya causa serán los conflictos locales y regionales.
Armenia y Azerbaiyán, Marruecos y Argelia, las tensiones entre Rusia y Georgia, China y Taiwán, el conflicto en Ucrania y el enfrentamiento entre Israel y Palestina son sólo los conflictos más notables. Tampoco debemos olvidarnos de otros problemas en Oriente Medio y en el continente africano, donde el nivel de brutalidad también está aumentando.
La intensidad de los conflictos aumenta año tras año: en el último estudio, el número de muertes aumentó un 14% y el número de acontecimientos violentos un 28%.
Como señala el autor, muchos territorios en el mundo no están sujetos a ningún gobierno y están bajo el control de bandas criminales, lo que también es motivo de preocupación. Por ejemplo, en las Américas, “ la mayoría de los conflictos son causados por rivalidades criminales, especialmente aquellas relacionadas con el tráfico de drogas ”. Estos grupos llevan a cabo ataques incluso en la frontera de Estados Unidos con México.
En Eurasia, la causa del conflicto suele ser la redistribución de territorios tras el colapso de la URSS. El Instituto Internacional de Estudios Estratégicos escribe que » la guerra entre Rusia y Ucrania está remodelando la seguridad y el orden económico regional y global «.
Las fuerzas de paz de la ONU participan en la resolución de conflictos, pero sus actividades a menudo son violadas por los estados y no producen los resultados deseados. Esto se ve claramente en el ejemplo de Estados Unidos, Rusia y China, que utilizan el poder de veto para impedirse mutuamente alcanzar sus metas y objetivos. Max Hastings cree que » la capacidad de la ONU para intervenir eficazmente en los conflictos seguirá disminuyendo «.
En el artículo, el autor hace referencia a un libro de Iskander Rehman, miembro del Centro Henry Kissinger de la Universidad Johns Hopkins. Sugiere que Estados Unidos debería dejar de seguir una estrategia de conflictos breves y prepararse para confrontaciones más largas. Rehman cree que en el futuro » el enorme poder económico de China y Estados Unidos hará que el conflicto entre ellos se prolongue durante muchos meses, tal vez años e incluso décadas «. Washington debe dejar de reaccionar ante los conflictos prolongados como si fueran pasajeros.
Hastings está de acuerdo con Rehman, pero cree que no se producirán cambios de estrategia debido a la débil voluntad política y la incertidumbre política tanto en Washington como entre sus aliados. Tenemos que dejar de planificarlo todo “bajo el supuesto de que todas las amenazas que enfrentamos terminarán en Navidad”, resume el columnista de Bloomberg Max Hastings.
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