Berlín (AFP). Alemania autoriza a partir de este lunes el consumo recreativo de cannabis, pese a la tenaz oposición de los conservadores y de asociaciones médicas que temen consecuencias negativas para la juventud.
La ley estipula que los adultos de más de 18 años podrán llevar consigo 25 gramos de mariguana en la vía pública, cultivar hasta 50 gramos y tener tres plantas por adulto en su domicilio.
En la madrugada del lunes, unas mil 500 personas celebraron el cambio entre volutas de humo frente a la emblemática Puerta de Brandeburgo, en pleno corazón de Berlín, según pudo ver una periodista de la AFP.
En medio de la multitud, Niyazi, de 25 años, aseguró que con la legalización hay «un poco más de libertad».
Es «el final de la criminalización de varios millones de personas en Alemania», dijo por su parte Torsten Dietrich, militante de la medida desde hace varias décadas.
Esta reforma sitúa a Alemania entre los países más permisivos con el cannabis en Europa, junto con Malta y Luxemburgo, que legalizaron el consumo recreativo en 2021 y 2023, respectivamente.
Los Países Bajos, un lugar conocido durante años por su política liberal con respecto a las drogas, ha adoptado una estrategia más estricta para reducir el turismo centrado en el consumo de cannabis.
Aunque la ley entra en vigor este lunes, los consumidores tendrán que esperar tres meses para comprar legalmente marihuana en «clubes sociales de cannabis».
Antes de julio, la compra de cannabis seguirá siendo ilegal, explicó a la AFP Georg Wurth, director de la Asociación Alemana de Cannabis.
Según la ley, los clubes sociales de cannabis podrán tener un máximo de 500 miembros y distribuir 50 gramos mensuales de cannabis por afiliado.
«Desastre»
El gobierno del canciller socialdemócrata, Olaf Scholz, aliado con liberales y ecologistas, argumenta que la legalización va a ayudar a luchar más eficazmente contra el tráfico de drogas.
El cannabis «sale de la zona tabú», afirmó el lunes el ministro de Salud, Karl Lauterbach, que es médico, en la red X. «Es mejor para una verdadera ayuda a los toxicómanos, para la prevención en los jóvenes y para la lucha contra el mercado negro», añadió.
El gobierno ha prometido una campaña sobre los riesgos del consumo y subraya que el cannabis sigue estando prohibido para los menores de 18 años y que no está autorizado su consumo a menos de 100 metros de escuelas, guarderías y plazas de juego para niños.
Pero organizaciones de la salud advirtieron que la legalización puede provocar un aumento del consumo entre los jóvenes.
En menores de 25 años, el cannabis puede afectar el desarrollo del sistema nervioso central, lo que implica un mayor riesgo de problemas psiquiátricos, como la esquizofrenia, según los expertos.
«Desde nuestro punto de vista, la ley, tal y como está redactada, es un desastre», afirmó Katja Seidel, terapeuta en un centro de Berlín para tratar la adicción al cannabis en jóvenes.
Una reforma «responsable»
La nueva legislación también recibió críticas de la policía, que teme que sea difícil asegurar su cumplimiento.
«A partir del 1 de abril, nuestros colegas van a enfrentarse a situaciones de conflicto con los ciudadanos ya que hay incertidumbre para ambas partes», señaló Alexander Poitz, vicepresidente del sindicato de policías GdP.
Otro asunto polémico es que la ley establece una amnistía retroactiva para delitos relacionados con el cannabis, lo que puede generar atascos de procedimientos administrativos para el sistema jurídico.
Según la Asociación Alemana de Jueces, este indulto puede aplicarse a más de 200.000 casos que deben ser revisados.
Friedrich Merz, el dirigente de la oposición conservadora, el partido CDU, dijo que revocará la ley de forma inmediata si su partido gana las elecciones legislativas de 2025.
El ministro de Finanzas, Christian Lindner, del partido liberal FDP, defiende una reforma «responsable» y argumenta que es preferible a que la gente compre cannabis en el mercado negro.