El documento, enviado por el jefe del Pentágono al Congreso de EE.UU., indica que Washington planea respetar las restricciones centrales del tratado START III mientras Moscú siga respetándolas.
El secretario de Defensa de EE.UU., Lloyd Austin, envió al Congreso del país un informe que describe la estrategia del uso de armas nucleares por parte de Washington.
De acuerdo con un comunicado del Pentágono, el informe contempla los siguientes puntos:
- Prevé que EE.UU. planifique la disuasión simultánea frente a varios adversarios con armas nucleares.
- Exige la integración de capacidades no nucleares para apoyar la misión de disuasión nuclear.
- Subraya la importancia de la gestión de la escalada en la planificación de EE.UU. para responder a «un ataque nuclear limitado o a un ataque estratégico no nuclear de grandes consecuencias».
- Permite consultas, coordinación y planificación más profundas con aliados y socios para reforzar los compromisos de disuasión de EE.UU.
«El papel de las armas nucleares en la estrategia de Estados Unidos es disuadir un ataque estratégico, garantizar la seguridad de aliados y socios, y permitir la realización de los objetivos nacionales en circunstancias extremas si falla la disuasión», reza el texto.
La estrategia estipula que los misiles balísticos intercontinentales de EE.UU. permanecen en alerta diaria, así como una parte de los submarinos con misiles balísticos, mientras que otras fuerzas nucleares, «incluidos los bombarderos con capacidad nuclear, permanecen en diversas fases de preparación».
Rusia «plantea una grave amenaza»
En el contexto de los adversarios de EE.UU., el informe menciona a Rusia, China y la República Popular Democrática de Corea (RPDC). Así, Rusia «plantea una grave amenaza con su amplio, moderno y diversificado arsenal nuclear de armas estratégicas», mientras que China expande, moderniza y diversifica sus fuerzas nucleares, y creó una tríada nuclear. Por su parte, la RPDC amplia y mejora sus armas nucleares y no nucleares.
De acuerdo con la estrategia de EE.UU., hay que «poner en peligro lo que más valoran los adversarios». Además, el documento destaca que hay que mantener «capacidades de contrafuerza» para reducir la posibilidad de que los adversarios de Washington usen armas nucleares contra EE.UU. y sus socios.
Tratado Nuevo START
El documento aborda también el Tratado de Reducción de Armas Estratégicas, conocido también como START III o Nuevo START.
El pacto fue firmado por Rusia y EE.UU. el 8 de abril de 2010 y fue prorrogado sin condiciones previas por cinco años en febrero de 2021. En virtud del acuerdo, las partes se comprometían a reducir sus fuerzas nucleares hasta 700 portadores, 1.550 ojivas nucleares y 800 lanzadores. Sin embargo, Moscú suspendió en febrero del año pasado su participación en el pacto, debido a que Washington «destruyó la base legal en materia de control de armas y seguridad» al poner a actuar la infraestructura militar de la OTAN en contra del país euroasiático.
La estrategia indica que Washington planea respetar las restricciones centrales del tratado START III mientras Moscú siga respetándolas.
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