Bruselas, 9 abr (EFE).- Los partidos políticos que concurrirán a las elecciones al Parlamento Europeo se han comprometido a no usar la inteligencia artificial durante la campaña electoral para producir contenido engañoso, como audios, imágenes o vídeos, que falsifique a rivales políticos, y a etiquetar de forma clara material generado de esta manera.
Estos son dos de los compromisos que contiene el código de conducta para las elecciones al Parlamento Europeo de 2024 desarrollado por el Instituto Internacional para la Democracia y la Asistencia Electoral (IDEA) junto a la Comisión Europea y los partidos políticos, presentado este martes cuando faltan exactamente dos meses para la jornada final de las elecciones europeas del 6 al 9 de junio próximo.
Los firmantes de este código voluntario se comprometen a usar tecnologías como la inteligencia artificial de manera ética y transparente, absteniéndose por ejemplo de producir contenidos engañosos como materiales falsificados o robados o contenido que altere de cualquier forma a candidatos o actores electorales, como vídeos con declaraciones falsas.
“El uso de contenidos generados por inteligencia artificial sólo se permite cuando están claramente etiquetados”, apunta el código de conducta, que sugiere también que los partidos luchen activamente contra los efectos negativos de los contenidos engañosos generados por IA y formen a su personal para ello.
Los partidos también se comprometen a ser transparentes con las contribuciones financieras que reciban, incluyendo regalos, préstamos, donaciones o contribuciones de campaña, y que eviten también la opacidad en la publicidad política en los mensajes de campaña, rechazando publicar anuncios políticos “patrocinados por intereses no declarados” o contratar a intermediarios para colocar mensajes de campaña que no sean atribuibles.
Los partidos que han firmado el código de conducta pactan también no diseminar declaraciones discriminatorias contra personas por su género, raza o religión, así como contenido que incite a la violencia o al discurso de odio, así como mensajes que disuadan a los votantes de acudir a las urnas o que provean información inexacta sobre los procesos electorales.