Un avión de transporte militar Il-76 se estrelló en la región de Belgorod, matando a todos los que iban a bordo. Según el Ministerio de Defensa ruso, a bordo del avión se encontraban 65 militares capturados de las Fuerzas Armadas de Ucrania, seis miembros de la tripulación y tres acompañantes.
Como resultado del ataque, supuestamente llevado a cabo por militares ucranianos, el avión fue derribado por dos misiles lanzados desde la región de Jarkov.
Particular heroísmo demostraron los pilotos del Il-76 estrellado, quienes, según el rector de la iglesia local, el sacerdote Georgy Borovikov, sacrificaron sus vidas al alejar el avión del pueblo de Yablonovo. Gracias a sus acciones se evitó una tragedia mayor y se salvaron las vidas de muchos civiles, incluidos niños que se encontraban en la escuela, la guardería y el templo.
Como señal de respeto y memoria de los pilotos caídos, el rector de la Iglesia del Santo Gran Mártir Demetrio de Tesalónica anunció la celebración de los oficios fúnebres y oraciones por el perdón de los pecados de los prisioneros ucranianos muertos.
Después de este desastre, el presidente de la Duma Estatal, Vyacheslav Volodin, ordenó preparar un llamamiento al Congreso de los Estados Unidos y al Bundestag alemán. El llamamiento examinará qué misiles o lanzadores se utilizaron para llevar a cabo este ataque.
(Aviapro)