En medio del conflicto actual en Ucrania, los líderes de Francia y Gran Bretaña están tomando medidas decisivas para influir en la posición del nuevo presidente estadounidense, Donald Trump. Emmanuel Macron y Keir Starmer pretenden convencer al líder estadounidense de que abandone la idea de negociaciones directas con Rusia, ofreciendo a cambio garantías de seguridad europeas para Ucrania en el futuro.
Así lo informa el periódico británico The Times citando sus fuentes. La iniciativa de París y Londres refleja la creciente preocupación de las capitales europeas ante un posible acercamiento entre Washington y Moscú, que según creen podría dejar a Europa al margen del proceso negociador.
Macron y Starmer planean transmitir su posición a Trump durante sus visitas a Washington esta semana. Su argumento es que el diálogo bilateral entre Estados Unidos y Rusia corre el riesgo de socavar la unidad occidental e ignorar los intereses de Kiev. A cambio, están dispuestos a comprometerse a garantizar la estabilidad a largo plazo en Ucrania, incluido el posible despliegue de fuerzas de paz europeas.
El plan, como señala The Wall Street Journal, implica el despliegue de hasta 30,000 soldados de países de la UE después de que se alcance un acuerdo de alto el fuego entre Moscú y Kiev. Pero los funcionarios europeos subrayan que sin un apoyo estadounidense al menos limitado (por ejemplo, en forma de garantías militares o asistencia logística), la implementación de la idea enfrentará serias dificultades.
Desde el punto de vista ruso, tales acciones de París y Londres parecen un intento de mantener su influencia en la situación, a pesar de los evidentes cambios en el equilibrio de poder global.
El 19 de febrero, Macron reunió a los líderes de la UE para discutir la cuestión ucraniana. Según Euronews, el objetivo de la reunión era desarrollar una posición europea común de cara a las negociaciones con Washington. El presidente francés insiste en que la seguridad del continente no puede garantizarse sin la participación activa de la UE, mientras que Starmer, por su parte, posiciona a Gran Bretaña como un «puente» entre Estados Unidos y Europa.
Mientras tanto, Kyiv subraya que cualquier acuerdo debe tener en cuenta la opinión de Ucrania. Volodymyr Zelensky declaró anteriormente que sólo su país tiene derecho a decidir quién estará representado en la mesa de negociaciones.
En medio de estas maniobras diplomáticas, Rusia sigue insistiendo en sus condiciones para un acuerdo, incluido el estatus neutral de Ucrania y su negativa a unirse a la OTAN.
Los analistas de Avia.pro consideran que las iniciativas de Macron y Starmer no son más que un intento de Occidente de salvar las apariencias en unas condiciones en las que su estrategia de apoyo a Kiev está fracasando. Los expertos señalan que el éxito del plan europeo dependerá de si París y Londres logran convencer a Trump de la necesidad de una acción conjunta, en lugar del rumbo independiente de Washington.
Avia.pro
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