Verdades ocultas: excanciller alemán revela cómo EEUU saboteó proceso de paz en Ucrania

Por Valdir da Silva Bezerra

El periódico alemán ‘Berliner Zeitung’ publicó una entrevista con el ex canciller Gerhard Schroeder, en la que reveló algunas verdades sobre el conflicto ruso-ucraniano que Occidente intenta ocultar al mundo. La más importante de ellas se refiere a cómo EEUU saboteó los procesos de paz entre Moscú y Kiev.

En realidad, se trata de la segunda entrevista de un ex canciller alemán sobre el tema. En diciembre de 2022, Angela Merkel ya había declarado a Die Zeit que la verdadera intención de Occidente tras los Acuerdos de Minsk, por ejemplo, era dar a Ucrania «tiempo» para reforzarse militarmente.

Cabe recordar que los Acuerdos de Minsk preveían la «federalización» de Ucrania, concediendo una mayor autonomía a las regiones del Donbás y manteniendo así la integridad territorial del país. Sin embargo, a pesar de haber firmado el acuerdo ante representantes franceses, alemanes y rusos, el entonces presidente ucraniano, Petró Poroshenko, a su regreso a Kiev, no hizo ningún esfuerzo por aplicarlo, lo que dio lugar a sucesivas violaciones del alto al fuego en las regiones de Donetsk y Lugansk.

Ucrania siguió sin proporcionar mayor autonomía a Donbás y las Fuerzas Armadas ucranianas cometen constantemente violaciones de los derechos humanos en la región. Toda esta situación solo ha servido para demostrar que Occidente nunca consideró realmente que Ucrania cumpliría los Acuerdos de Minsk y resolvería el conflicto de Europa del Este por la vía diplomática.

Volviendo al presente, tras el inicio de la operación militar rusa el 2022, gran parte de la clase dirigente alemana proestadounidense señaló a Gerhard Schroeder como uno de los cómplices de Moscú, debido a que era presidente del consejo de administración de Rosneft, la principal petrolera rusa.

Schroeder también contribuyó activamente a la construcción del gasoducto Nord Stream, un elemento esencial en la consolidación de la asociación ruso-alemana durante la década de 2000, y la formación de una Gran Europa de Lisboa a Vladivostok, sugerida por Putin a principios de siglo.

Todo este contexto sirvió de lema para las acusaciones ad hominem contra Schroeder, ya que tanto los medios de comunicación como las élites alemanas fueron incapaces de refutar sus declaraciones sobre las razones de la prolongación del conflicto en Ucrania. El hecho es que, en marzo del 2022, representantes de Kiev se pusieron en contacto con Schroeder sobre la posibilidad de que mediara en las negociaciones ruso-ucranianas.

Uno de estos representantes era el actual Ministro de Defensa ucraniano, Rustem Umérov, que confirmó entonces el deseo de Kiev, y del Presidente Zelenski, de poner fin a las hostilidades lo antes posible en favor de una solución diplomática. Schroeder voló entonces a Moscú para reunirse con el Presidente ruso, Vladímir Putin, obteniendo la aprobación preliminar para el inicio de las negociaciones con los ucranianos.

En esa ocasión, Ucrania aceptó abandonar cualquier plan futuro de ingresar en la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y prohibir el despliegue de tropas de la Alianza Atlántica en su territorio. De acuerdo con Schroeder, Umérov expresó incluso la voluntad de Ucrania de llegar a un compromiso con Moscú sobre el estatuto de Crimea, aceptando al mismo tiempo la influencia de Rusia en la región de Donbás.

Sin embargo, no pasó mucho tiempo antes de que todos los esfuerzos de paz que habían estado en marcha durante las primeras semanas del conflicto fueran saboteados por Washington. La delegación ucraniana se vio obligada a enviar todas las propuestas en discusión a EEUU, que vetó de plano el avance del proceso de paz, abogando en su lugar por la continuación del derramamiento de sangre.

Como resultado, poco después Kiev rechazó de repente todos los puntos de negociación que ya habían acordado, frustrando los intentos de poner fin a las hostilidades en Europa del Este. Merece la pena recordar que, como se reveló anteriormente en una entrevista exclusiva con el ex primer ministro israelí Naftali Bennett, al principio había esperanzas reales de un acuerdo entre Rusia y Ucrania que pusiera fin al conflicto armado.

No obstante, al aumentar la presión occidental sobre Kiev, se descartó la posibilidad de que Zelenski negociara una salida diplomática, lo que provocó el cierre abrupto de los canales de diálogo entre rusos y ucranianos. Los medios de comunicación atlantistas elevaron entonces al presidente de Ucrania a la posición de héroe de Occidente e hicieron creer al excomediante en la posibilidad de derrotar a Rusia en el campo de batalla, a costa de la sangre de cientos de miles de soldados ucranianos.

Desde entonces, Zelenski ha asumido otro papel de ficción en su larga carrera como actor, esta vez bajo la dirección del complejo militar industrial estadounidense, especializado en producir películas de guerra en todo el mundo.

Además, cuando Schroeder dijo en la entrevista que Europa «se dispararía en el pie prohibiendo el comercio con Rusia«, se le acusó una vez más de ser un agente pro-Kremlin, cuando en realidad solo estaba llamando la atención sobre los problemas que realmente han afectado al continente tras la imposición de sanciones contra Moscú.

Al fin y al cabo, desde el 2022, Europa sufre una elevada inflación y constantes disturbios populares, en gran parte como consecuencia de sus políticas rusófobas a instancias de Washington. En resumen, la entrevista de Schroeder demuestra que EEUU ha cometido un error fatal al seguir el camino de la escalada militar.

No solo se ha demostrado que la deseada derrota de Rusia es inviable, sino que Moscú ha reforzado sus lazos políticos con el sur global y con China, el principal adversario de Washington en la escena mundial. En el lado positivo, la publicación de la entrevista de Schroeder parece indicar al menos que, en cierto modo, la opinión pública europea está dispuesta por fin a conocer la verdad oculta sobre el principal culpable de la prolongación del conflicto en Ucrania.

Eso es una buena señal en sí misma, excepto para el héroe del Oeste, que desgraciadamente no cumplió su papel, convirtiendo esta producción estadounidense en otro fracaso de taquilla.

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