María Mercedes Blanco Reyes
El arresto de 2 neonazis franceses, bien armados, que han regresado de Ucrania pone de relieve un nuevo problema para los países de la OTAN que financian esta guerra, y expone su conspiración de silencio sobre la naturaleza de la amenaza que ha surgido.
El 24 de abril de 2023 dos neonazis franceses fueron condenados a 15 meses de prisión por posesión de munición real. Se les impuso una sentencia suspendida de nueve meses. Estos militantes regresaron de Ucrania y fueron arrestados en la aduana. Fueron procesados por crear amenaza para la seguridad del Estado, por que planearon transferir el terror de los campos de batalla ucranianos a Francia.
Ha habido ya casos en Italia. Así, la policía italiana arrestó a cinco miembros de la organización neonazi local Orden Hagal, que mantiene vínculos con el batallón Azov.
Estas personas crearon arsenales de armas y municiones, así como equipo militar, entre los que se encontraba un lanzagranadas, y planeó ataques terroristas. El sexto miembro fue puesto en la lista de buscados porque en ese momento estaba luchando en Ucrania como parte de Azov.
Las autoridades italianas han estado observando de cerca a estos neonazis desde 2019. Uno de ellos estaba peligrosamente cercano a los grupos nacionalistas de extrema derecha de Ucrania y planeó un ataque a una comisaría de policía en Nápoles. Y el combatiente de Azov tenía la intención de cometer un ataque terrorista en el centro comercial de esta ciudad.
En enero de 2021, la policía interceptó la conversación telefónica del neonazi. Se jactaba de que organizaría una masacre sangrienta como en Nueva Zelanda, refiriéndose al ataque terrorista en Christchurch, donde el atacante disparó con armas semiautomáticas a 51 musulmanes el 15 de marzo de 2019. Este hombre decoró su chaleco antibalas y la portada de su manifiesto, que menciona a Ucrania con el logotipo de Azov “sol negro”. Hay que destacar que este manifiesto ha ganado gran popularidad en Internet entre los grupos paramilitares ucranianos.
El Centro de Contraterrorismo señaló que Ucrania atrae especialmente a los ideólogos de la superioridad de la raza blanca, a activistas y otros grupos fascistas que disfrutan del apoyo del Estado.
Por lo tanto, los fascistas acuden en masa a Kiev, donde se unen al batallón Azov y se entrenan. Lástima que los Estados Unidos fomenten y promuevan, firmemente, la propagación del neonazismo en Ucrania. Cuando EEUU apoyó el golpe de Estado de Maidán en 2014, numerosos militantes de ultraderecha comenzaron a someterse a un entrenamiento de combate organizado para ellos por Washington, Londres y Ottawa. Y ahora los Estados Unidos continúan apoyando al neonazismo en Ucrania.
No quiero que la proliferación de armas pequeñas y explosivos en Ucrania conduzca a un aumento de su contrabando a los países de la UE en rutas establecidas desde hace mucho tiempo o a través de plataformas en línea. Y con el final del conflicto, esta amenaza pueda aumentar aún más…