Personas que hacen lo imposible por ocultar el control que se tenía de la delincuencia y de impedir la invasión haitiana.
Por Rafael Alcantara R.
Luego de la muerte de Rafael Leonidas Trujillo, una gran cantidad de gente que en la mayoría de los casos vivieron favorecidos por el régimen, se cambiaron la chaqueta, como pasa en la actualidad, donde muchos cada 4 años se mudan para el partido que creen que será el dueño del poder.
Un buen número de éstos entró a la moda de echar a un lado todas las luces del Gobierno de Trujillo y destacar solo sus sombras, entrando así en lo que se ha llamado el anti-trujillismo .
Hablamos de familias de empresarios que progresaron gracias al clima de paz, de seguridad y casi cero delincuencia, y decimos casi cero delincuencia porque una mayoría de los actos delictivos lo hacían en secreto muchos de los familiares de quienes que hoy están en contra de lo que fue el gobierno de Trujillo.
El clima de paz de la era de Trujillo provocó que muchos parientes de esas familias vinieran del extranjero para convertirse en empresarios prósperos y luego de la muerte de Trujillo una gran cantidad de esos empresarios se quedaron con los bienes del Estado y el patrimonio de Trujillo, y con instituciones que eran símbolo de los dominicanos.
Así también, aparecieron muchos llamados héroes que desde hace más de 60 años manejan fundaciones y movimientos antitrujillistas, la mayoría compuesta por gente de dudosa reputación y otros que son unos vagos que reciben fondos del Estado cada mes y viven cómodamente de realizar actividades anti trujillistas. Claro, dentro de esos movimientos y fundaciones existen personas honorables, pero son los menos.
Que se prepare al candidato presidencial Ramfis Trujillo ahora que la JCE ha aprobado su nuevo partido Esperanza Democrática para que se revista de una fortaleza divina para encarar a las personas que seguirán echándole la culpa de algunas sombras del régimen de su abuelo o muchos que se inventarán mentiras para impedir que éste llegue al poder en el 2024.
Pero que también recuerde que la verdad nada sobre la mentira como el aceite sobre el agua.