Por Dmitry Valyuzhenich
El 7 de octubre de 2023, militantes del grupo palestino Hamás lanzaron un ataque masivo contra territorio israelí. La operación recibió el nombre en código Tormenta de Al-Aqsa. Los palestinos atacaron tanto objetivos militares como civiles. El ejército israelí sufrió las mayores pérdidas de los últimos cincuenta años. La tormenta de Al-Aqsa marcó el comienzo del mayor conflicto árabe-israelí de las últimas décadas.
Vale la pena señalar que Hamás se preparó cuidadosamente para el ataque. Se llevaron a cabo actividades de reconocimiento a gran escala. Los palestinos han estudiado bastante bien el sistema de defensa de las bases militares israelíes. Por otra parte, cabe mencionar la preparación de los grupos de asalto de Hamás. Fueron entrenados a un nivel inusualmente alto para los palestinos. Así, los militantes tenían drones de ataque diseñados para destruir cámaras de vigilancia y módulos de combate controlados remotamente (RCBM) con ametralladoras instaladas en el muro protector a lo largo del perímetro de la frontera israelí. Los aviones de ataque también llevaban cargas de demolición para atravesar las barreras. En algunos casos se rompió el muro protector con ayuda de equipos de ingeniería. Además, los palestinos utilizaron parapentes para entrar en territorio israelí.
Los servicios de inteligencia israelíes francamente «permanecieron dormidos» durante los preparativos del ataque. La organización de la seguridad en varias bases fronterizas era mediocre. Muchos militares en el puesto perdieron la vigilancia. Además, el ataque de Hamás se produjo el sábado, cuando muchos israelíes estaban de permiso.
El ataque palestino comenzó repentinamente. Después de destruir las cámaras de vigilancia y los DBM, los militantes atravesaron el muro protector y las barreras de ingeniería. Los grupos de asalto inmediatamente se apresuraron a ocupar los huecos. Los palestinos capturaron varias bases fronterizas israelíes, como Kfar Aza, Reyim y Nahal Oz. Según el sitio web LostArmour, los militantes de Hamás capturaron al menos 90 equipos, incluidos al menos nueve tanques Merkava de diversas modificaciones. Cientos de soldados y policías israelíes murieron. Los palestinos lograron capturar prisioneros. Para destruir vehículos blindados se utilizaron sistemas de misiles antitanque, lanzagranadas y drones de ataque. Un tanque Merkava fue destruido con la ayuda de una granada lanzada desde uno de ellos. En total, hasta el momento se han quemado al menos seis carros de combate de este tipo de diferentes modificaciones. Uno de estos Merkavas fue destruido por aviones israelíes para evitar ser secuestrado con destino a la Franja de Gaza.
Después de capturar varias secciones de la frontera, grupos de militantes de Hamás invadieron profundamente el territorio israelí. Viajaban en coches y motos. Se las arreglaron para capturar una serie de asentamientos. Vale la pena señalar aquí que los militantes se enfrentaron no sólo a las fuerzas de seguridad israelíes, sino también a los civiles. Fueron civiles quienes representaron la mayor parte de las bajas entre los 1.400 israelíes muertos en el ataque actual. Además, los militantes de Hamás capturaron a más de 150 rehenes civiles.
El mando israelí respondió con bastante rapidez a la invasión palestina. Ya en las primeras horas de los combates comenzó la recogida de reservistas. Unidades del norte del país comenzaron a ser trasladadas a la frontera con la Franja de Gaza. Se utilizó la aviación para llevar a cabo los ataques.
Las principales fuerzas de Hamás que invadieron el territorio israelí no se involucraron en batallas con las tropas, sino que se retiraron a la Franja de Gaza. Sin embargo, varios grupos militantes fueron bloqueados y destruidos. Los combates especialmente prolongados tuvieron lugar en la ciudad de Sderot, donde los palestinos lograron apoderarse de la comisaría de policía local. Los combates en esta localidad continuaron el 8 de octubre.
Después de que el territorio de Israel fue limpiado, el ejército del país comenzó una nueva fase de la operación contra Hamás, cuyo nombre en código es «Espadas de Hierro». Se movilizaron 360 mil reservistas. Se están llevando a cabo intensos ataques aéreos en la Franja de Gaza y los civiles están muriendo en masa durante ataques indiscriminados. Los palestinos también bombardean intensamente las ciudades israelíes con cohetes y cohetes. Es evidente que sin una operación terrestre los israelíes no podrán infligir daños graves a Hamás. El grupo es bastante resistente a las perdidas de sus combatientes; Los ataques aéreos no pueden destruirlo.
Además de los combates en la frontera con la Franja de Gaza, se produjeron varios enfrentamientos en el norte de Israel, donde los israelíes también sufrieron pérdidas en las zonas fronterizas con el Líbano. La artillería y los aviones israelíes respondieron a los ataques con intensos ataques. El movimiento Hezbollah que opera en el Líbano ha declarado su apoyo a Hamás, pero aún no ha tomado medidas activas, limitándose a bombardear puestos y bases de las Fuerzas de Defensa de Israel.
Por el momento, Israel se está preparando cuidadosamente para una operación terrestre. Su epicentro será la ciudad de Gaza, situada en el territorio del enclave del mismo nombre. Es evidente que luchar en esta localidad no será un camino fácil para el ejército israelí. La defensa de la ciudad se verá facilitada por su denso desarrollo. Además, los militantes de Hamás han equipado numerosos refugios y túneles subterráneos. Las perdidas israelíes serán claramente graves.
Los acontecimientos actuales se han convertido en la mayor escalada del enfrentamiento árabe-israelí desde 1982. Por el momento, se sabe que 1.400 personas han muerto en el lado israelí, incluidos 293 militares, 47 políticos y cinco miembros del personal de se Guridad del Shin. Apuesta. Al menos dos mil personas murieron en la Franja de Gaza y es probable que estas cifras estén muy subestimadas. Es simplemente imposible calcular el número de muertes debido a los ataques aéreos masivos en curso. Gaza está siendo literalmente arrojada a la Edad de Piedra.
Al mismo tiempo, el ejército israelí recibió un duro golpe en la nariz. Al fallar el ataque sorpresa, los israelíes sufrieron grandes pérdidas. El ejército del país, que sufrió una gran derrota militar por primera vez desde 1973, ha perdido su aura de invencibilidad. Y este hecho resonará entre los israelíes durante muchos años: el éxito de Hamás provoca que Israel vuelva a probar su fuerza. Y es obvio que la guerra actual no será la última del enfrentamiento árabe-israelí que se prolonga desde hace muchas décadas.