Leticia (Colombia), 8 jul (EFE).- El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Siva, hizo hoy un llamamiento a los países amazónicos para que se unan en torno a la defensa de esa reserva natural tanto en los foros internacionales como en el combate a quienes destruyen la selva.
Lula intervino, junto con su homólogo colombiano, Gustavo Petro, en el cierre de la reunión «Camino a la Cumbre Amazónica», que se celebra desde el jueves en la ciudad de Leticia, capital del departamento colombiano del Amazonas, donde afirmó que los países de la región tienen dos desafíos que deben enfrentar juntos.
«Debemos unir esfuerzos para que en las discusiones internacionales nuestra voz sea escuchada con fuerza en las conferencias sobre clima, biodiversidad y desertificación, y en los debates sobre el desarrollo sostenible», manifestó el mandatario brasileño.
En ese sentido, Lula abogó por el fortalecimiento institucional de la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica (OTCA), del que dijo que es «una herramienta que en lugar de aislarnos tiene la capacidad de proyectarnos hacia el centro del desafío más importante de nuestro tiempo, el cambio climático».
PROPUESTAS PARA LA CUMBRE DE BELÉN
Según Lula, la OTCA «no ha recibido la atención que merece» y por eso en la Cumbre Amazónica que se celebrara los próximos 8 y 9 de agosto en la ciudad brasileña de Belén do Pará, y de la cual esta cita en Leticia es una reunión preparatoria, «será un momento de corrección de rumbo» pues se abrirá » a las autoridades locales y la sociedad».
Para traducir este impulso político en términos prácticos, queremos institucionalizar el Observatorio Regional Amazónico, que sistematizará y monitoreará los datos de todos los países para hacer más efectivas las políticas púbicas» y de esta forma enfrentar mejor fenómenos como sequías, inundaciones, lluvias, incendios y contaminación del agua.
También propuso el establecimiento de un comité de expertos en la Amazonía «para generar conocimiento y producir recomendaciones con base científica», de manera que se pueda también «proteger la propiedad intelectual, el patrimonio genético y el conocimiento tradicional», así como eliminar la biopiratería.
«Podemos hacer mucho si le damos a la OTCA lineamientos claros y recursos adecuados a través de una coalición de bancos de desarrollo y de la movilización de recursos públicos y privados», dijo Lula, quien además planteó el impulso a «actividades productivas locales sostenibles como la agricultura familiar, la pesca artesanal, los proyectos agroforestales y el emprendimiento, especialmente femenino».
Según Lula, «cuidar la Amazonía es al mismo tiempo un privilegio y una responsabilidad» porque se trata de «un bioma de interés para toda la humanidad» pero deben ser los ocho países de esa cuenca -Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Guyana, Perú, Surinam y Venezuela- quienes deben «decidir cómo darle a nuestra gente una vida digna y como preservar nuestro bosques y nuestra biodiversidad».
El presidente recordó que las alertas de deforestación en la Amazonía brasileña tuvieron una reducción del 33,6 % en el primer semestre de este año, por lo dijo que su Gobierno se compromete a llevar a cero la tala ilegal de selva para 2030 e instó a los países amazónicos a «asumir juntos ese compromiso en la cumbre de Belén».
«Hablar de la Amazonía es hablar de superlativos: es la selva tropical más grande del mundo, el hogar del 10 % de todas las especies de animales y plantas del planeta; tiene 50 millones de habitantes con 400 pueblos indígenas que hablan 300 idiomas, posee las mayores reservas de agua dulce del planeta, incluyendo un verdadero océano subterráneo», explicó el presidente brasileño.
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