La madre del pequeño declaró al sitio web Ynet que al entrar al dormitorio de su hijo Amiad Gadir se encontró con que tenía en la boca una serpiente de 35 centímetros de largo y masticaba los restos del reptil.
El niño fue llevado de urgencia al Hospital de Haifa, donde los médicos lo examinaron y no encontraron en su cuerpo ningún rastro de mordeduras de la serpiente.
Sus familiares comentaron que Amiad había dormido en la habitación de sus padres y cuando en la mañana regresó a su dormitorio encontró a la serpiente. El pequeño la agarró y la mordió en la cabeza sin sufrir daño alguno.
Según la antigua mitología griega, cuando Hércules era un niño estranguló con sus manos dos serpientes venenosas.
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