El presidente serbio ha ordenado programar una reunión del Consejo de Seguridad Nacional para este sábado.
La autorización de arresto del presidente ruso podría ser un paso hacia el mayor conflicto en la historia del mundo, ha declarado este viernes el presidente serbio Aleksandar Vucic.
«Me temo que nos dirigimos en la dirección de quizás el mayor conflicto en la historia del mundo. Me pregunto si alguien tiene el cerebro para poner fin a esta locura. ¿Alguien entiende las consecuencias a las que nos enfrentamos?», comentó el mandatario sobre la noticia durante su viaje a la ciudad de Sid.
El líder serbio pidió a su jefe de gabinete que ordene al vice primer ministro y ministro de Exteriores Ivica Dacic programar una reunión del Consejo de Seguridad Nacional para este sábado.
No obstante, el presidente no estará presente en la sesión porque viajará a Ohrid (Macedonia del Norte) donde se reunirá con el primer ministro de Kosovo, Albin Kurti, y mediadores internacionales en el marco del diálogo sobre la normalización de relaciones con la república autoproclamada.
Pese a una fuerte presión de la Unión Europea, Belgrado conserva sus antiguos lazos con Moscú y rechaza unirse a las sanciones occidentales impuestas a Rusia por la operación militar en Ucrania.
La Corte Penal Internacional emitió este viernes una orden de detención contra Putin, citando su responsabilidad en presuntos crímenes cometidos en Ucrania. El tribunal ubicado en La Haya menciona la supuesta deportación de menores de edad ucranianos al territorio ruso que califica de un crimen de guerra y señala que hay suficientes fundamentos para creer en la responsabilidad directa del mandatario ruso.
Al respecto, la portavoz del Ministerio de Exteriores ruso, María Zajárova, recordó que las decisiones de la CPI «no tienen ninguna importancia» para el país, «ni siquiera en términos jurídicos». La vocera precisó que «Rusia no es parte del Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional y no tiene ninguna obligación en virtud del mismo», ni coopera con este organismo.
«Consideramos que la misma formulación del caso es escandalosa e inaceptable. Rusia, al igual que varios países, no reconoce la jurisdicción de este tribunal, y para Moscú cualquier decisión de este tipo desde el punto de vista legal es insignificante», reaccionó por su parte Dmitri Peskov, portavoz del Kremlin.
La CPI fue constituida en 2002 para investigar graves violaciones de los Convenios de Ginebra y llevar ante la justicia a los responsables de crímenes de guerra, crímenes de lesa humanidad y genocidio.
El documento constitutivo, el Estatuto de Roma de 1998, ha sido ratificado por 123 países, que no incluyen a Estados Unidos, Rusia, China, Israel, entre otros. (RT)
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