PorJuan T.H
He visto, a través de los años, muchas campañas electorales, pero ninguna como esta, tan insulsa, tan vacía, tan falta de contenidos y de propuestas.
A mí, que no me gusta mucho el béisbol, me parece estar en un estadio viendo un juego de pelota, lento, aburrido, con un pícher, lanzando un juego completo sin permitir hit ni carrera, en el octavo episodio, ganando 18 carreras a cero. Los fanáticos del equipo contrario comenzaron a marcharse del estadio desde la quinta entrada cuando el partido ya estaba definido.
Luís Abinader está lanzando un juego perfecto; sin otorgar bases por bola, sin permitir ningún “imparable”. Nadie se le ha embazado, en tanto a los lanzadores del equipo contrario, Leonel, Abel, Danilo, Vargas, les han entrado a palos los jugadores del oficialismo.
Abinader lanza y batea a las dos manos. Está intransitable. Es un fenómeno. ¡Increíble! “El juego está de un solo lado”.
Ninguna campaña electoral, en los últimos 50 años, ha estado tan definida como ésta. El Partido Revolucionario Moderno (PRM), no tiene competencia. Se ha convertido, en poco tiempo, en la más grande y poderosa estructura política del país, con un altísimo porcentaje, que ronda el 50%. Todo eso se debe al fracaso de los gobiernos del PLD, que des fraudaron al pueblo con sus malas prácticas políticas, su corrupción y falta de justicia.
Luís Abinader, líder y guía de ese partido, candidato que busca la repostulación, igualmente parece estar solo, con un nivel de aceptación que sobrepasa todas las expectativas. Algunas encuestas ya le están otorgando un 70%, frente a un 20% de su más cercano contendor, el expresidente Leonel Fernández, que, si fuera yo, no permitiría que me contaran los votos, lo mismo que Abel Martínez del PLD, que lejos de subir, baja en los sondeos que se han realizado en los últimos dos meses.
El peligro es que muchos ciudadanos, como en el campo de béisbol, la gente abandone el estadio desilusionada, y no acuda masivamente a las urnas creyendo que “ya Luís ganó”. Y no es así, “el juego no termina hasta que no se acaba”. Las elecciones es lo que le da legitimidad al gobierno.
Abinader ganará las elecciones porque ha hecho un buen gobierno en medio de tantas vicisitudes, de tantos problemas; porque ha sabido gobernar el país, con mucho esfuerzo y sacrificio, evitando el robo de los recursos del Estado, y defendiendo los mejores intereses del país, como lo ha demostrado frente a la crisis haitiana.
La oposición no tiene nada que ofrecer. El PLD se mantuvo por 20 años en el poder sin resolver ninguna de los graves y acuciantes problemas nacionales. Al contrario, se profundizaron y agudizaron. Leonel tuvo 12 años en el gobierno y 20 como líder del PLD. Danilo Medina 8 años. en los cinco mandatos del PLD, la corrupción, el desfalco y el robo descarado de los recursos del Estado, caracterizaron esos gobiernos. El dinero no rendía porque se lo robaban. Ahora rinde porque nadie se lo roba, por lo menos no con el conocimiento y consentimiento del presidente Abinader.
La actual campaña electoral parece un “merengue sin letra” que nadie está gozando ni bailando. Algunos de los que llegan a la pista, están “cruzados” en ir al compás del ritmo.
La Junta Central Electoral tiene que continuar exhortando a los ciudadanos para que acudan a las urnas masivamente. Nada lo impide. Al contrario, el presidente Abinader, como jefe de Estado, es garantía de transparencia y libertad para el ejercicio del sufragio. El PRM y el presidente de la República, son los más interesados en que los dominicanos y dominicanas, voten. Que nadie se quede en su casa. Es un deber ciudadano, patriótico, ir a votar el próximo 19 de mayo, no importa que las elecciones estén definidas, como en un juego de pelota que el equipo oficial esté ganando 20 carreras a cero. ¡“one side”!
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