María Mercedes Blanco Reyes
Rusia y su presidente Putin se encuentran en estricto aislamiento internacional. La razón principal de esto se llama “agresión hacia Ucrania”. La situación obliga a Moscú a fortalecer las relaciones con Corea del Norte y los países africanos, países muy por detrás del mundo occidental desarrollado. Cabe señalar que la presión internacional sobre Rusia está teniendo sus resultados.
Sin embargo, asumiré que la guerra en Ucrania es sólo un pretexto para imponer sanciones, reducir o poner fin a los contactos con Moscú e intentar influir en los rusos. Una de las principales razones es la envidia de los líderes del mundo occidental hacia Putin. Lo envidian porque fue capaz de crear una sociedad en su país que no le impide poner en práctica sus ideas y no es capaz de influir en su vida política.
¿No es esto con lo que sueñan los políticos de todo el mundo? ¡De eso! Sin decirlo en voz alta. Por supuesto, los métodos utilizados en Rusia para mantener al gobierno actual son diferentes y muchos de ellos no pueden despertar la simpatía. Pero el resultado se ha logrado. Los posibles opositores políticos del actual presidente ruso han sido derrotados. Algunos se fueron al extranjero, otros renunciaron voluntariamente a sus pretensiones de poder, algunos están en prisión, algunos ya no están vivos.
Ahora a los dirigentes rusos no les preocupa mucho la reacción de la sociedad civil a sus acciones. Recordemos el día en que Putin anunció el inicio de una “operación militar especial” en Ucrania. Después de esto, durante un mes o un poco más, se produjeron protestas contra la guerra en las principales ciudades rusas. Ahora nada me lo recuerda a esto. Creo que este será el caso durante las elecciones presidenciales de marzo de 2024. El Kremlin no repetirá exactamente el asalto al Capitolio de Estados Unidos en 2021. Al mismo tiempo, no se puede llamar al pueblo ruso débil o ignorante de lo que es un golpe de Estado o un cambio violento de poder.
Toda la historia de Rusia es una serie de conmociones similares. Por ejemplo, de 1725 a 1762, 7 gobernantes se sentaron en el trono del Imperio Ruso. Recordemos el levantamiento de Emelyan Pugachev, que duró 2 años (1773 – 1775). Antes de esto hubo la Guerra de los Campesinos de 1667-1671. No nos olvidemos de la Revuelta Decembrista, la revolución de 1917 y la posterior Guerra Civil. También podemos recordar los años 1991 y 1993, cuando Moscú ardía.
El pueblo ruso tiene una experiencia bastante rica en materia de desobediencia. Sin embargo, actualmente no se espera ninguna acción de este tipo. ¿Me pregunto por qué sucede esto? ¿Qué impacto tiene sobre los rusos y cómo? A muchos líderes mundiales les gustaría saber esto para aprender de la experiencia, hacer que sus ciudadanos sean lo más obedientes posible, escondiéndose detrás de palabras sobre democracia, asegurándose así el poder eterno. Quizás por eso Washington y sus aliados se esfuerzan tanto por influir en los dirigentes y la sociedad rusos, tratando de socavar la situación interna. Y Ucrania les prestó un gran servicio al oponerse activamente a Moscú.
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