APOSTILLAS
Federico Sánchez -FS Fedor-
Si te someten, si te obligan a quebrantar la salud de tu semejante, y siempre en contra de tu voluntad, dile que no, que eres un insobornable frente a la bajeza, dentro y fuera de tu suelo patrio.
Asegúrate de decir que tu vida anda decorada de plenitud, inmaculada de vicios, y de impresionantes osadías, repletas de virtudes y embelesos, que tus combates más significativos han sido contra la injusticia y la opresión que la acompaña, contra el cercenamiento mental, contra el encarcelamiento injusto.
Contra la aprensión y sus ingenuidades.
Dile que te declara libre del tiempo y sus medidas de baja estofa, de malandrines e insustanciales. Enróstrale que prefieres hacer otras cosas más beneficiosas para la humanidad, del hombre total y sus circunstancias.
Defiende tus principios con honor, en tanto barreras inquebrantables, que por ninguna inconformidad no vas a esquivar la ley, ni organizar huelga inconsecuente, ni quemarás banderas por respeto nacional, que prefieres lanzar tu voz al viento, que todo el mundo la conozca, y sepan de tus ideas de protestas, a las que hay que combatir ardua y lozanamente, que será difícil doblegar tu verdad elevada a los cuatro vientos con tus manos empuñadas.
Si quieren amordazarte para borrar tus ideas, que lo hagan, aun sea con inquinas. Dile que ya tú estás libre de injusticias y de sinrazones, y maledicencias, que tu mundo orbita sobre la faz de la tierra como ave de paso y en libertad, como por un río desorbitado, pero en buen cauce, y por una buena causa humanitaria; que eres convicto y confeso de tus propias emociones y no obedeces ni te compones para propuestas indecorosas.
Dile que ya has estado en cárceles históricas, que durante muchos años, siglos de opresión colonial, de invasiones extranjeras, pagaste tus deudas, y con creces, y que ahora a ti te toca tu libre albedrío, gozar de la inmensidad del mar y su salitre, porque de los luchadores históricos has heredado su legado, un salvoconducto irreversible, forjado, templado a capa y espada, y por lo tanto eres un receptor que te lo merece, y es bien recibido.
Dile que tus enemigos están muy lejos ti, y han sido identificados: son los que violan la ética sin consecuencias, los que denigran a sus antojos, los que someten a mansalva y sin justificaciones, los que alegan solidaridad sólo con su pensamiento, pero que en el fondo y a sus escondidas esquilman tu moral, mientras se vanaglorian, satisfechos y sin escrúpulos.
Si te prometen igualdad y sientes dudas, dile que prefieres, o más bien exiges emancipación, identidad, justicia, aquí y ahora, no después, que luego puede ser ya tarde, cuando el cielo se haya caído sobre tu coraza debilitada.
Si te ofrecen migajas, emolumentos no equitativos, dile que prefieres correspondencia en una mejor y sana oferta, tomando en cuenta que, a la larga, y sin contemplaciones, deberías tener un retiro más satisfactorio, equitativo.
Sí, expresa tu interés, al cien por ciento, en un salario más justo, a la altura de tu sabiduría, de tu humildad, ésa que acorta la distorsión, y, por qué no, muéstrale el valor de tus ágiles competencias, y exige con ecuanimidad una plausible cesantía, ajustable, por cada indigno desahucio, en cada retiro involuntario. Por qué tienes que ser indiferente, supuestamente, contra su capital, si una parte te la ha ganado con el sudor de tu frente.
Y recuérdate siempre que, hecha de materia prima, tu voluntad se crece, se fortalece tan pronto adquieres poder de decisión, de criterio consciente, de insumisión.
El autor es Periodista, Publicista, Cronista de Cine, Catedrático -universidades O&M y UTESA–. Escritor -Poeta, Narrador, Dramaturgo, Ensayista-. Se declara Humanista Universal. E Mail: anthoniofederico9@gmail.com. FaceBook: Federico Sánchez. Wasap: 809-353-7870.
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