Moscú. El ministerio ruso de Asuntos Exteriores criticó ayer la cumbre del G-7 celebrada en la ciudad japonesa de Hiroshima; fue un encuentro “politizado” en el cual, dijo, se hicieron declaraciones antirrusas y antichinas, y acusó al foro de socavar la estabilidad mundial.
Moscú arremetió después de que los líderes de las naciones más ricas del mundo dijeron que no darían marcha atrás en su apoyo a Ucrania, en una advertencia al presidente ruso, Vladimir Putin, cuando éste dijo haber tomado el control de la la ciudad oriental de Bakhmut, algo que Kiev negó.
En un comunicado publicado en Telegram, la cancillería rusa afirmó que el G-7 se ha “deteriorado de manera irreversible” y que el foro se convirtió en “una ‘incubadora’ en la cual, bajo el liderazgo de los anglosajones, se preparan iniciativas destructivas que socavan la estabilidad mundial”.
La declaración acusa al G-7 de avivar la “histeria” antirrusa y antichina.
Rusia solía ser miembro del club de democracias industrializadas, hasta que fue excluido tras la anexión de la región ucrania de Crimea en 2014.
La cancillería rusa, en el mismo comunicado, acusó al G-7 de “coquetear” con estados no occidentales en un esfuerzo por obstaculizar el desarrollo de sus lazos con Moscú y Pekín.
No obstante, se mostró convencido de que el foro era incapaz de reflejar los intereses de la región Asia-Pacífico, Asia Meridional, Medio Oriente, África o América Latina. (Reuters)
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