Santo Domingo.- El expresidente de la Junta Central Electoral, Roberto Rosario Márquez denunció que en la mayoría de los hospitales públicos del país el Libro de Extranjería, o Libro Rosado, no existe, que es donde se deben inscribir los niños nacidos en el país que son hijos de extranjeros no residentes.
Rosario Márquez explicó que al no estar utilizando dicho libro, en los centros de salud del Estado lo que están es otorgando un certificado de nacido vivo con el cual los padres de la criatura, aunque sean extranjeros no residentes, están inscribiendo esos niños como dominicanos.
Agregó que el Ministerio de Salud Pública, o el Servicio Nacional de Salud, no están cumpliendo con la responsabilidad puesta a su cargo, en ese sentido.
Entrevistado por Héctor Herrera Cabral en el programa D´AGENDA que cada domingo se transmite por Telesistema canal 11 y TV Quisqueya para los Estados Unidos, el dirigente político dijo que las revelaciones hechas por un portal digital en ese sentido guardan relación con la verdad, salvo que lo hizo con un enfoque distinto, porque la responsabilidad no cae sobre la Junta Central Electoral sino en los hospitales del Estado.
Advirtió que es un tema que pasa desapercibido y se desarrolla sin que las autoridades correspondientes adopten una actitud responsable sobre el mismo, de algo que pone en peligro la existencia misma del país, y la prevalencia de que la soberanía nacional esté por encima de cualquier interés o actuación.
“Ese tema es delicado porque me correspondió como presidente de la Cámara Administrativa tener fuertes enfrentamientos con poderes internacionales y nacionales que se oponían a la implementación del Libro de Extranjería”, recordó Roberto Rosario.
Explicó que el Libro de Extranjería, que es el resultado de un mandato constitucional, lo que establece es que los hijos de extranjeros no residentes en la República Dominicana deben ser inscritos en el Registro Civil, pero como extranjeros, en el Libro de Extranjería, es la creación de un libro exclusivamente para inscribir los nacimientos de personas que nacen en el país, pero que no están en una condición regular desde el punto de vista migratorio.
“El principal obstáculo está en el Estado, no es nuevo, hay que reconocer que viene desde administraciones anteriores, porque las presiones internacional para que no se implemente el Libro de Extranjería toca a todos los sectores, en mi gestión me correspondió porque el Pleno de la Junta en una resolución que dictó en el 2007 puso a cargo de la Cámara Administrativa la implementación del Libro de Extranjería”, precisó Rosario Márquez.
Rememoró que eso generó serias dificultades porque hubo una resistencia institucional a su implementación.
“El Libro de Extranjería es producto de una resolución de la JCE, por disposición de la Ley General de Migración, que a su vez obedeció a un mandato de la Constitución de la República, y plantea que una vez nazca la criatura se generen varias copias, es decir, que se inscriba en ese Libro, y se saque una copia para la Junta Central Electoral, una para el Ministerio de Salud, una para los padres de la criatura, y otra que debe ser enviada al Ministerio de Relaciones Exteriores”, detalló.
Indicó que, “los hospitales públicos no entregan, ni tienen a manos, esas copias, y al no tener esas copias cuando la criatura nace, la registran con un certificado de nacido vivo que no deja claro la nacionalidad de la persona”.
“Se supone que, conforme a lo que establece la resolución de la Junta, la criatura que nace en un hospital público debería salir con un Acta de Nacimiento emitida desde ese Libro de
Extranjería, y lo que están ocurriendo es que están saliendo, básicamente, sin ese documento, y le entregan un certificado de nacido vivo, que no necesariamente tiene las condiciones que establece el Libro de extranjería”, insistió el expresidente de la JCE.
Dice en mayoría de los hospitales público no existe el Libro Rosado, pide Abinader crear comisión para investigar el hecho
Roberto Rosario Márquez critica que en la mayoría de los hospitales públicos el Libro Rosado no existe, y el Ministerio de Salud Pública no está cumpliendo con la responsabilidad puesta a su cargo.
“Esa era una situación constante que tenía la Cámara Administrativa con salud Pública y otras instituciones llamadas administrar los centros de salud del Estado, y qué ocurre, que si no está el Libro Rosado esa persona que nazca va a ser dominicano, porque los padres de la criatura con el certificado de nacido vivo se van a una Oficialía del Estado Civil y solicitarán que le inscriban a su hijo como dominicano”, remachó.
Rosario Márquez dijo que, “al final de cuenta lo que hay es un desorden y, si bien es cierto que se necesita una Junta Central Electoral diligente en el caso, no es menos cierto que esa institución no puede hacer mucho si no tiene la colaboración y participación del gobierno dominicano a través del Ministerio de Salud o del Servicio Nacional de Salud para que esto sea una realidad”.
“Esas estadísticas que reveló el portal digital El Dinero, quizás el enfoque no es correcto, pero lo que está diciendo es una gran verdad, hay un gran subregistro de nacimientos, o hay un gran registro de nacimiento como dominicanos de hijos de ciudadanos extranjeros que residen en el país en condición de irregular”, sentenció.
Calificó la situación como muy grave porque está poniendo en peligro la existencia misma de la República Dominicana, y pidió al presidente Luis Abinader integrar una comisión amplia para investigar esa denuncia.
“Y yo entiendo que debe integrar a todos los sectores sociales, porque cualquier información que se dé desde el Estado no genera confianza en la población, hay una serie de personalidades que participan en la vida pública, como es el caso del doctor Juan Miguel Castillo Pantaleón, que tienen una alta credibilidad en el tema, y que participe la Junta, la Cancillería, y el sector salud del Estado”, sugirió el jurista.
Dijo que dicha comisión tendría la encomienda de hacer una investigación profunda, lo cual resulta fácil, para determinar cuántos partos se registran en los hospitales, y una vez definido eso, hay que determinar cuántas actas se han emitido, y qué cantidad de nacidos vivos han emitido los hospitales.
“Y cuántas informaciones ha tramitado el Ministerio de Relaciones Exteriores a las embajadas de cada uno de los países; de Chile, Estados Unidos, Haití, y cualquier otro país, además, determinar cuántos registros han hecho en el Libro de Extranjería, y yo garantizó que no estará lejos de las estadísticas que ofreció el citado portal digital”, aseguró Roberto Rosario.
Precisó que, “de lo que se trata es de hacer un esfuerzo, y si el presidente está interesado en que este tema se aclare, sería conveniente que forme esa comisión de alto nivel, que se maneje de manera transparente, y que informe al país lo que está ocurriendo, que es muy grave, y me atrevo asegurar que el Ministerio de Relaciones Exteriores no está tramitando a la embajada de Haití la cantidad de nacimientos que se están produciendo, y en consecuencia, no está siendo cerrado el ciclo que tiene que ver con el Libro Rosado”.
“Yo estoy seguro que en la mayoría de los hospitales no existe el Libro Rosado, y por tanto, el certificado de nacimiento vivo que debe dársele a los hijos de los ciudadanos extranjeros no se está danto correctamente, a mí me duele mucho este tema, porque la modernización del Registro Civil, y la implementación de esta política que tienen que ver con salvaguardar la identidad nacional, fue algo que nosotros trabajamos mucho, le dedicamos más de 15 años para garantizar que eso no fuera puesto en peligro”, lamentó Rosario.
Sostuvo que hoy puede afirmar que eso no es interés del gobierno, ni de una serie de instituciones y personas que anteriormente se identificaban con la política que tiene que ver con la salvaguarda del interés nacional, pero que ahora por razones coyunturales lo abandonaron.
Rosado deploró que el Pleno de la Junta Central Electoral en el 2017 haya emitido una resolución, la que nunca ha compartido, mediante la cual esa institución optó por darle nombres y apellidos a aquellos hijos de extranjeros en condición irregular, cuyo padres no ofrezcan nombres, algo que nunca debió haber ocurrido.