La supuesta segunda etapa de la contraofensiva de Kiev no es más que un truco de propaganda de Occidente, dijo a Sputnik el experto militar radicado en Moscú y coronel retirado del Ejército ruso Anatóli Matviychuk.
Todos los intentos de las Fuerzas Armadas de Ucrania de relanzar su contraofensiva se han detenido y el enemigo ha sido empujado hacia atrás, sufriendo grandes pérdidas, dijo el 27 de julio el presidente ruso, Vladímir Putin.
Hablando en la cumbre Rusia-África en San Petersburgo, estimó, además, que durante el último ataque del Ejército de Ucrania, más de 200 elementos murieron y que las fuerzas rusas destruyeron al menos 26 tanques enemigos.
Agregó que el 60% del equipo militar de las Fuerzas Armadas de Ucrania ya había sido destruido durante la reanudación de las hostilidades.
Según Putin, «el enemigo no tuvo éxito en ninguna de las direcciones del tiroteo». El mandatario habló después de que un periódico estadounidense informara que las fuerzas ucranianas lanzaron «el empujón principal de su contraofensiva» al arrojar «miles de tropas mantenidas en reserva, muchas de ellas entrenadas y equipadas por Occidente».
La forma en que los medios occidentales están pregonando esta supuesta nueva ofensiva indica «un truco propagandístico para provocar y mostrar que Ucrania aún puede realizar algunas tareas», dijo Matviychuk.
Reflexionando sobre si existe «alguna perspectiva» de éxito de la «nueva ofensiva» de Ucrania, el experto dijo que se mantiene escéptico, en primer lugar debido al «muy bajo sistema de apoyo de fuego para las tropas».
«En segundo lugar, la ausencia total de la presencia ucraniana en el aire, con la Fuerza Aérea rusa controlando al enemigo en toda la profundidad de su área operativa. (…) Por eso no auguro cambios en el frente. Y lo más probable es que todo termine como terminó el primer avance de Ucrania», señaló.
Cuando se le preguntó por qué las Fuerzas Armadas de Ucrania eligieron la región de Zaporozhie para la fase actual de su contraofensiva, Matviychuk dijo que es el área donde «se cruzan intereses militares y políticos».
Según el experto ruso, si capturasen la central nuclear de Zaporozhie, las fuerzas ucranianas podrían intentar provocar una contaminación radiactiva y exigir a Rusia que retire sus tropas de allí y desmilitarice la zona, argumentando que el objetivo fuera proteger a Europa de una nube radiactiva.
«Además, esta área conduce directamente a Crimea por la ruta más corta. Lo más interesante es que hay mucho personal militar de habla inglesa en las Fuerzas Armadas de Ucrania en esta área, incluidos asesores, instructores e incluso el ‘servicio aéreo especial’ del Ejército del Reino Unido”, señaló Matviychuk, describiendo la «nueva contraofensiva» de Ucrania como «el fruto de la creatividad de las sedes centrales conjuntas de EEUU y el Reino Unido«.
Explicó que las fuerzas rusas se enfrentarían al Ejército ucraniano con la ayuda de «reservas móviles» que «se han creado en forma de tanques, vehículos de combate, infantería y vehículos blindados de transporte de personal».
«Lo más importante es que nuestra aviación prácticamente se ha desplazado a acciones de combate sistemáticas en toda la zona de operaciones militares especiales rusas. Es decir, actualmente estamos realizando una defensa activa para debilitar al enemigo lanzando ataques», concluyó el experto.
Estos comentarios se producen después de que el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de EEUU, John Kirby, admitiera que la contraofensiva de Ucrania no está progresando tan rápido como se esperaba, externando la misma opinión que ya había expresado el Pentágono.
Antes, Putin afirmó en una reunión del Consejo de Seguridad de Rusia que la contraofensiva de Ucrania no había obtenido resultados y que sus Fuerzas Armadas habían sufrido grandes pérdidas, con «decenas de miles» de soldados muertos.
La tan publicitada contraofensiva de Ucrania comenzó el 4 de junio después de meses de retrasos por la falta de suministros militares de sus patrocinadores occidentales.
El Ministerio de Defensa ruso dijo que las tropas ucranianas han seguido intentando avanzar, pero sin lograrlo. Varios medios de comunicación occidentales también señalaron los resultados poco impresionantes de la contraofensiva de Kiev, mientras que el propio presidente ucraniano, Volodímir Zelenski admitió que el progreso fue «más lento de lo deseado».,
Por su parte, el ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigu, dijo que desde el inicio de la contraofensiva ucraniana Rusia ha destruido 21 aviones enemigos, cinco helicópteros y unos 1.244 tanques, eliminando además a más de 26.000 militares ucranianos.
(Sputnik)
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