Por Geraldine Wong Sak Hoi
China brillará por su ausencia en la cumbre de paz sobre Ucrania que se celebrará este fin de semana en el centro de Suiza. Su decisión de rechazar la invitación suiza ha hecho temer que China y Rusia presenten su propia propuesta de paz respaldada por Estados no occidentales.
Suiza y Ucrania tenían grandes esperanzas de que Pekín, un aliado clave de Moscú, estuviera presente cuando, los días 15 y 16 de junio, unos 90 Estados y organizaciones se reúnan en el complejo turístico de Bürgenstock, con vistas al lago de Lucerna, para buscar un posible marco de paz para Ucrania. Al fin y al cabo, China había desempeñado un “papel en la fase inicial de planificación” hasta mediados de abril aproximadamente, según declaró a la prensa el ministro suizo de Asuntos Exteriores, Ignazio Cassis, a principios de esta semana.
En marzo, el embajador chino en Berna, Wang Shihting, señaló que su país estaba considerando la posibilidad de asistir a la cumbre. La semana pasada, el viceministro de Asuntos Exteriores ucraniano viajó a Pekín en un último intento de atraer a China.
Sin embargo, China ni siquiera enviará un representante de bajo nivel. Un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino citó la “clara discrepancia” entre los preparativos de la cumbre y los requisitos de China, a saber, que Rusia esté presente.
El diario estatal China Daily explicó que, sin Rusia, la cumbre carecía de “sentido”.
“¿Cómo pueden las dos partes llegar a un acuerdo sin el representante ruso?”, se preguntaba el periódico.
Plan de paz alternativo respaldado por China
La cumbre suiza se celebra a petición del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski. Rusia dijo de antemano que no asistiría. Para atraer al mayor número posible de Estados, la cumbre se centra en unos pocos aspectos de la fórmula de paz de diez puntos de Zelenski que coinciden con otras propuestas de paz, como la seguridad nuclear. Esto, sin embargo, no ha impedido que China diga que la cumbre es una mera “plataforma” para el plan de Zelenski.
Suiza ha conseguido convencer a pocos países africanos y asiáticos para que asistan, escribe el thinktank International Crisis Group, señal de que la cumbre está “empujando a las grandes potencias no occidentales hacia Moscú”. De los países BRICS originales (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), sólo India envía un delegado de alto nivel a Suiza.
Cuando quedó claro que China no asistiría a la cumbre, Zelenski acusó al país de ayudar a Rusia a presionar a otros Estados para evitar la reunión de Bürgenstock, afirmación que la potencia asiática ha rechazado.
Ahora, a punto de comenzar la cumbre suiza, China está presionando a los Estados para que respalden su propio plan de paz alternativo, informa la agencia de noticias Reuters.
China y Brasil presentaron en mayo una propuesta de paz conjunta de seis puntos para Ucrania, poco después de que el presidente ruso, Vladimir Putin, visitara a su homólogo chino, Xi Jinping, en Pekín. Entre los seis puntos figura un llamamiento a la celebración de una conferencia de paz “en el momento oportuno” que reúna a ambas partes. Xi afirmó que China está dispuesta a organizarla.
La propuesta conjunta es la continuación del plan chino de 12 puntos, anunciado en marzo de 2023, para poner fin a la guerra en Ucrania, que contenía pocos detalles concretos. El mes pasado, Putin alabó los principios de paz de China y declaró a la agencia de noticias Xinhua que Pekín entiende “verdaderamente” las “causas profundas de la guerra y su significado geopolítico global”.
Algunos diplomáticos que hablaron con Reuters señalaron que China les había confirmado que muchos países en desarrollo comparten su opinión sobre la reunión de Bürgenstock. El ministro de Asuntos Exteriores chino, Wang Yi, afirmó la semana pasada que 45 países respaldaban la propuesta China-Brasil.
El último plan chino no hace sino reforzar la “preocupación de Ucrania de que Rusia y China puedan convencer a importantes países no occidentales para que respalden una propuesta de paz contraria a la fórmula de Zelenski, que afirmaría más o menos abiertamente el derecho de Rusia a mantener el territorio del que se ha apoderado”, afirma International Crisis Group.
Por el contrario, uno de los objetivos de Ucrania en cualquier proceso de paz es “la restauración de su plena integridad territorial”.
China estrecha lazos con Rusia y el Sur Global
Al no asistir a la conferencia suiza, China puede estar alineándose con Rusia. No obstante, su relación con el Kremlin desde que comenzó la guerra ha sido incómoda, subraya la investigadora principal Yu Jie del instituto de investigación Chatham House. No denunciar a Rusia por su invasión de Ucrania, explica, “contradice el principio diplomático [de China] de defender la soberanía nacional y la integridad territorial”.
Desde que comenzó la guerra, China se ha convertido en un consumidor clave de petróleo y gas rusos, mientras los países occidentales aplican sanciones contra Moscú por su invasión de Ucrania. El comercio entre Rusia y China alcanzó los 240.000 millones de dólares (215.000 millones de francos suizos) en 2023. China es ahora el socio comercial más importante de Rusia, al que suministra bienes que van desde automóviles hasta ropa.
Aunque China niega estar vendiendo armas a Rusia, Estados Unidos le ha acusado de suministrar componentes clave para la maquinaria bélica rusa.
Mantener esta relación fuerte es útil para navegar en su rivalidad con EE.UU., argumenta Yu. “La profundización de la cooperación bilateral en los últimos años ha permitido a los dos países demostrar su condición de gran potencia en la escena mundial para contrarrestar el dominio estadounidense”, escribe. El mes pasado, Xi y Putin firmaron en Pekín documentos para estrechar los lazos estratégicos entre ambos países.
La negativa de China a aceptar la visión occidental de la guerra en Ucrania y de cómo puede lograrse la paz también resulta atractiva para los países no occidentales, añade Yu.
“La guerra en Ucrania ha creado inadvertidamente una oportunidad para que China renueve su impulso para fortalecer los lazos con el Sur Global, que no ve la guerra en Ucrania en los términos en blanco y negro de Occidente”, escribe.
Queda por ver si ese renovado impulso será suficiente para que de los esfuerzos chinos surja un proceso de paz paralelo y ampliamente respaldado sobre Ucrania.
Texto adaptado del inglés por Carla Wolff
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