Chicago (EE.UU.), 16 dic (EFE).- La NBA cierra el telón sobre un 2023 marcado por la entrada al Salón de la Fama del español Pau Gasol, por la leyenda de LeBron James, que se convirtió en el máximo anotador histórico de la liga y conquistó la primera edición del ‘In Season Tournament’, así como por la corona del serbio Nikola Jokic y los Denver Nuggets y por la llegada de un talento generacional como el francés Victor Wembanyama.
El 2023 de la NBA se abrió con LeBron James como absoluto protagonista. En un partido de febrero contra los Oklahoma City Thunder en Los Ángeles, King James superó el récord de 38.387 puntos que ostentaba Kareem Abdul-Jabbar.
Fue el comienzo de un año de ensueño para LeBron, que mantuvo un nivel extraordinario tras cumplir los 38 años y que fue protagonista de una remontada que llevó a los Lakers a disputar las finales de la Conferencia Oeste contra los Nuggets.
No pudo ser ante la todopoderosa franquicia de Denver, que acabaría levantando al cielo su primera NBA tras dominar las Finales contra los Miami Heat, pero LeBron conseguiría igualmente cerrar 2023 con un trofeo en sus manos.
Fue el último 9 de diciembre en Las Vegas, donde los Lakers ganaron a los Indiana Pacers la final de la primera edición de la Copa de la NBA, un nuevo torneo estrenado con éxito este curso por la liga estadounidense para aumentar el nivel competitivo durante su larga temporada regular.
LeBron se llevó el trofeo, el MVP de la final y, además, un cheque de 500.000 dólares al igual que el resto de sus compañeros.
Fue un año de celebraciones en los Lakers, que en marzo retiraron la camiseta número 16 de Pau Gasol, ya una leyenda eterna de la franquicia al lado de Kobe Bryant.
Cinco meses después de esa satisfacción, Pau agrandó su mística al entrar al Salón de la Fama de la NBA en Springfield, junto a glorias que marcaron una época como el alemán Dirk Nowitzki, el francés Tony Parker o el entrenador Gregg Popovich.
Gasol, dos veces campeón NBA con los Lakers, se unió a los entrenadores Pedro Ferrándiz y Antonio Díaz-Miguel como los únicos españoles que tienen su nombre inscrito en The Naismith Basketball Hall of Fame.
En la pista, los grandes dominadores del año fueron los Denver Nuggets. Lejos de los focos y de ser considerados favoritos pese a asentarse de forma estable en lo más alto del Oeste durante la temporada regular, el equipo de Michael Malone se regaló el primer anillo de su historia.
Lo hizo convirtiéndose en una auténtica apisonadora en los ‘playoffs’, en los que destrozaron a los Minnesota Timberwolves, Phoenix Suns, Lakers y Heat al ritmo de un Jokic absolutamente incontenible.
El doble MVP firmó 29 triples dobles en la pasada temporada, diez de ellos en los ‘playoffs’.
Formó una dupla estelar junto a Jamal Murray y, con piezas de alto nivel como Aaron Gordon o Kentavious Caldwell Pope, logró a sus 28 años el anillo que se le seguía escapando.
Fue, además, el año de la llegada a la NBA del prodigio Wembanyama, un jugador de 19 años considerado como un talento generacional que provocó una expectación que no se vivía en la liga desde 2003, con LeBron como protagonista.
Los ganadores de la lotería fueron los San Antonio Spurs, que seleccionaron con el número uno a un pívot de 224 centímetros de altura que se mueve y tira como una escolta, llamado a cambiar el juego en los próximos años.
Su rendimiento, marcado por los dobles dobles, ha sido brillante en este arranque de temporada, pero no ha sido suficiente para dar triunfos a los Spurs, que están hundidos al fondo del Oeste.
Descubre más desde Notiultimas
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.