Un centenar de miembros de la familia Rosario no le ha dado tregua al Banco de Reservas al realizar ayer, por tercera ocasión en este mes, un piquete frente a su sede de la avenida Winston Churchill para reclamar el pago de una supuesta herencia de US$10,000 millones, exigencia por la que estos descendientes han protestado por más de cuatro años frente a diferentes entidades del país.
Los reclamantes sostienen que poseen las evidencias de que a esta entidad bancaria le fue transferido desde un banco español el dinero de la herencia, cuyo origen se remonta a terrenos cercanos a donde hoy opera la empresa minera Barrick Gold.
Pese a la bulla que causaban los manifestantes con tamboras, trompetas y megáfonos, ningún representante del Banco de Reservas los atendió.
Esta entidad financiera ha reiterado en diversas ocasiones que “no ha recibido depósitos ni fondos a favor de la familia Rosario, ni de ninguna persona física o jurídica vinculada a la misma en su representación”.