La primera dama, Raquel Arbaje, conversó este sábado con un grupo de dominicanos residentes en Nueva York que adquirieron viviendas a través del «Plan Mi Vivienda Feliz» en la República Dominicana. El presidente Abinader encabezó el acto del «Plan Mi Vivienda Feliz para los dominicanos en la ciudad de Nueva York».
Arbaje visitó el Consulado de Nueva York antes de la participación de Luis Abinader para saludar a los presentes que llevaban cerca de una hora y 45 minutos esperando al mandatario.
«Vuelvan a su país, los queremos allá. Por eso digo que no es solamente darles las gracias por las remesas, es por mucho más», dijo la primera dama.
«Nunca permitan que les digan diáspora, somos connacionales dominicanos. Y en el futuro, esperamos que ustedes puedan volver a sus casas, puedan volver a su país», continuó la esposa del presidente.
Sobre la actividad
Era el tercer evento al que asistía el presidente este sábado. A primera hora de la mañana, participó en un desayuno con seccionales y cónsules de la República Dominicana en Estados Unidos.
Luego se reunió con la gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, para la promulgación de la Ley de Licencias de Conducir para los dominicanos en Nueva York.
En el Consulado, el presidente entregaría llaves de viviendas en la República Dominicana a dominicanos de la diáspora. El evento estaba programado para comenzar a las 11:00 a.m. y comenzó a las 12:50 p.m., casi dos horas después de la hora programada.
Abinader dijo que está trabajando con las autoridades para crear un programa de viviendas exclusivo para la diáspora dominicana.
Después de entregar las llaves de los apartamentos a dos de los beneficiarios, la seguridad sacó al presidente del lugar.
No se especificó el proyecto ni la ubicación de las viviendas entregadas.
Estrictas medidas de seguridad
El presidente Abinader y su comitiva se han movilizado en la ciudad de Nueva York bajo un estricto protocolo de seguridad.
Para poder ingresar a las actividades, las personas, incluida la prensa, deben estar inscritas en una lista que es verificada por el Servicio Secreto de los Estados Unidos. Aquellos que no aparezcan en la lista no podrán ingresar al espacio donde se encuentre el presidente.
Han colocando vallas y barras de distancia, donde solo se permite un acercamiento más exclusivo a la prensa y fotógrafos del cuerpo presidencial y de las organizaciones que visita el presidente.