(AFP) Una nueva comisión del Congreso estadounidense dedicada a la rivalidad con China tuvo el martes su primera audiencia pública, opacada por protestas, mientras legisladores destacaron la amenaza «existencial» que, según ellos, constituye el partido gobernante en Pekín.
La comisión de la Cámara de Representantes «sobre la competencia estratégica entre Estados Unidos y el Partido Comunista Chino», compuesta por demócratas y republicanos, se ve a sí misma como un baluarte contra la influencia del gigante asiático.
«No es un amable partido de tenis», advirtió al inicio el presidente de la comisión, el republicano Mike Gallagher.
«Se trata de una lucha existencial sobre la manera de vivir la vida en el siglo XXI», declaró.
La audiencia se realizó luego de algunos incidentes recientes entre las dos primeras economías mundiales y que han marcado sus relaciones.
Las tensiones se han intensificado luego de que un globo chino sobrevoló territorio estadounidense y fue derribado por un avión caza, además de las recientes especulaciones de que Pekín considera la entrega de armas a Rusia en su guerra con Ucrania.
La audiencia se interrumpió brevemente por una manifestante que mostró en su camiseta la leyenda: «China no es nuestro enemigo». Mientras era expulsada, otra manifestante gritó: «esta comisión es una demostración de fuerza, nada que ver con la paz».
Para H.R. McMaster, exconsejero de seguridad nacional del expresidente Donald Trump, dicha interrupción ilustraba la necesidad para el Congreso estadounidense de revelar «la verdadera naturaleza de la agresión» liderada por el partido gobernante en Pekín.
China fue el centro de múltiples reuniones el martes en el Capitolio en Washington, en las que se abordó su importancia en los debates de política exterior.
La comisión de Asuntos Exteriores de la cámara baja debatió un proyecto de ley presentado por los republicanos que daría al presidente Joe Biden la autoridad para vetar totalmente en territorio estadounidense la aplicación TikTok, del grupo chino ByteDance.
Otra comisión, dedicada a asuntos científicos también se ocupaba de indagar el impacto de la competencia china en el área de investigación y desarrollo en Estados Unidos.