Jerusalén, 31 oct (EFE).- Milicias del sur del Líbano dispararon este martes misiles antitanque hacia dos puestos del Ejército israelí, que respondió con ataques de artillería, en un nuevo intercambio de fuego en la frontera, que registra ya 24 días consecutivos de hostilidades.
La portavocía militar israelí informó además de que sus tropas «atacaron una célula que planeaba lanzar misiles antitanque hacia territorio israelí».
Poco después, y tras activarse las alarmas antiaéreas en la comunidad fronteriza de Metula, el Ejército comunicó que se registraron dos lanzamientos fallidos de proyectiles desde el Líbano, a los que respondió con ataques de artillería.
Estos incidentes siguen a una serie de ataques esta madrugada por parte de aviones de combate israelíes contra «infraestructura militar» del grupo chií libanés Hizbulá, incluyendo «armas y puestos militares», según precisó un portavoz militar israelí.
Desde el pasado 8 de octubre, al día siguiente del comienzo de la guerra entre Israel y el grupo islamista Hamás en Gaza, Hizbulá y las tropas israelíes están enzarzados en intenso fuego cruzado en las zonas fronterizas, donde también se han producido acciones reivindicadas de facciones palestinas presentes en el territorio libanés.
La violencia continúa recrudeciéndose con ambas partes atacando objetivos cada vez más alejados de la frontera, si bien todavía contenidos a un cierto radio.
Los ataques desde el Líbano se intensificaron desde el sábado tras la ampliación de las operaciones terrestres israelíes en Gaza, el viernes por la noche, en paralelo con los peores bombardeos sobre la Franja palestina registrados desde el comienzo de la guerra, el pasado día 7.
La escalada de tensión en la frontera, la mayor desde 2006, ha causado al menos 71 muertos: 8 en Israel -7 soldados y un civil- y al menos 63 en el Líbano, incluyendo a 8 civiles -entre ellos un camarógrafo de la agencia Reuters-, 49 miembros de Hizbulá y 6 integrantes de milicias palestinas.
La creciente escalada ha sembrado el miedo a que el Líbano se convierta en un segundo frente de la guerra de Gaza, algo que el Gobierno libanés intenta evitar con contactos a nivel doméstico e internacional.
El líder de Hizbulá, Hasán Nasrala, pronunciará el viernes su primer discurso desde que comenzara el estallido de violencia, intervenciones que suelen ser difundidas por televisiones afines y a través de pantallas gigantes durante actos organizados por la formación chií.