Cadena de renuncias afectan la Administración Trump tras los disturbios

Varios cargos de la administración presidencial de EEUU han ofrecido su renuncia tras el asalto al Capitolio protagonizado por los partidarios del mandatario saliente, Donald Trump.

La jefa de gabinete de la primera dama de EEUU, Stephanie Grisham, había escrito una carta de renuncia, informa CNN, citando a un portavoz de la Casa Blanca.

Los documentos de despido también fueron presentados por la subsecretaria de prensa de la Casa Blanca Sarah Matthews y el secretario de Protocolo Ricky Nyceta.

De acuerdo con una fuente informada del canal, Matthew Pottinger, el asesor adjunto de seguridad nacional Trump, también dimitió.

El propio asesor de seguridad nacional Robert O’Brien y el subjefe de personal Chris Liddell también planean abandonar el equipo del presidente.

El director de Asuntos Rusos y Europeos del Consejo de Seguridad Nacional de EEUU, Ryan Tully, renunció a su cargo también.

«Ryan Tully dejó su cargo», informó la cadena de televisión CNN.

Bloomberg, en tanto, consignó que la renuncia del funcionario respondió a los incidentes ocurridos en el Capitolio.

Además, el propio Donald Trump ha prohibido la entrada a la Casa Blanca al jefe de la oficina del vicepresidente Mike Pence, Mark Short, reporta el canal de televisión NBC.

Los periodistas agregan que Trump tomó esta decisión debido al descontento con Pence, quien, se había negado a oponerse a los resultados de los comicios  durante una reunión conjunta de las cámaras del Congreso.

Short, a su vez, asesoró al vicepresidente estadounidense sobre temas relacionados con el conteo de votos electorales.

Además, el exjefe de gabinete Trump, y enviado especial para Irlanda del Norte, Mick Mulvaney, dijo que renunció a su cargo después del accidente.

«Llamé al [secretario de Estado] Mike Pompeo anoche para hacerle saber que renunciaba a eso. No puedo hacerlo. No puedo quedarme «, dijo Mulvaney a la cadena de noticias CNBC.

Mulvaney afirmó que más funcionarios de la Administración Trump pronto podrían renunciar, mientras que otros planean quedarse porque temen que el presidente pueda hacer algo peor antes de dejar el cargo el 20 de enero.

Ola de violencia

El 6 de enero varios seguidores del actual mandatario, Donald Trump, irrumpieron en el Congreso para impedir que los legisladores certificasen la victoria de Joe Biden en los comicios presidenciales del 3 de noviembre ante las infundadas denuncias de fraude. 

Los agentes de seguridad se vieron obligados a dispersar a los manifestantes con gases lacrimógenos y municiones no letales.

No obstante, una de las activistas, identificada como la veterana de la Fuerza Aérea Ashley Babbitt, falleció debido a una herida de bala en el pecho recibida durante el asalto. Se reportaron tres muertes más cerca del Capitolio.

A su vez, el actual líder estadounidense tras el inicio de los disturbios y el conteo de víctimas no condenó a los manifestantes y se limitó a pedir que no se recurriese a la violencia y que se fuesen a sus casas.

Los trumpistas, por su parte, no se limitaron a protestar violentamente en Washington DC. Se reunieron frente a los capitolios estatales desde Georgia hasta Nuevo México y obligaron a algunos funcionarios a abandonarlos.

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