Los Pistons sufren 27 derrotas seguidas y acumulan la peor racha de la historia de la NBA

Nueva York, (EFE).- Los Detroit Pistons hicieron este martes historia en la NBA por las razones más tristes posibles ya, que tras perder ante los Brooklyn Nets por 112-118, se hundieron en la peor racha de siempre en la liga con 27 derrotas seguidas.

Ni Santa Claus ni un milagro navideño pudieron salvar a estos Pistons en ruinas, absolutamente desmoralizados y que desde ahora tendrán un hueco en las páginas más lamentables de los libros de historia de la NBA tras superar en su tragedia a los Philadelphia 76ers de 2013-2014 y los Cleveland Cavaliers de 2010-2011.

Estos dos equipos tenían hasta hoy el penoso récord de 26 partidos consecutivos perdidos al hilo.

Todavía hay otra frontera en su descenso a los infiernos que los Pistons podrían cruzar: la de las 28 derrotas seguidas que acumularon los Philadelphia 76ers de 2014-2015 y 2015-2016 contando el final de una temporada y el comienzo de la siguiente.

Los de Monty Wiliams, que este martes volvieron a escuchar las críticas de sus fans en el Little Caesars Arena de Detroit y los gritos de ‘sell the team’ (vende el equipo), tendrán una misión prácticamente imposible para evitar su derrota número 28, ya que su próximo partido será este jueves en Boston y ante los Celtics, que son líderes del Este (balance de 23-6) y el gran aspirante al anillo de campeón en esta campaña.

Posteriormente recibirán en casa a los Toronto Raptors, el conjunto ante el que podrían dejar atrás también el récord de los Sixers establecido entre dos campañas.

Sea como sea, no hay consuelo posible para este conjunto que no hace justicia a una franquicia emblemática de la NBA con tres anillos de campeón: los dos de los fieros y temibles «Bad Boys» de Isiah Thomas (1989 y 1990) y el de 2004 con Chauncey Billups al frente abrasando desde la defensa a unos fastuosos Los Angeles Lakers con Kobe Bryant, Shaquille O’Neal, Gary Payton y Karl Malone.

Colista del Este con el peor balance de toda la liga (un escalofriante 2-28), Detroit es ahora un conjunto sepultado, sin esperanza y que no se lleva un encuentro desde el pasado 28 de octubre, cuando venció por 118-102 a los Chicago Bulls.

Quitando ese triunfo y uno más el 27 de octubre, frente a los Charlotte Hornets (99-111), el equipo de la ciudad de Motown ha perdido en 27 de sus 29 partidos este curso y no consiguió ni una sola victoria a lo largo de todo el mes de noviembre ni en lo que va de diciembre.

Además, la conversación en torno a los Pistons ya gira también en torno a los equipos con el peor balance y porcentaje de triunfos al final de una temporada regular en la historia de la NBA.

El 2-28 deja a Detroit con un porcentaje de victorias de .066 mientras que los peores conjuntos en la historia de la liga al terminar la fase regular fueron los Charlotte Bobcats de 2011-2012 (7-59 y .106 en una temporada reducida por un cierre patronal) y los Philadelphia 76ers de 1972-1973 (9-73 y .110).

No se puede decir, al menos, que los Pistons no lo dieran todo esta noche para evitar la catástrofe.

Ante los Nets, que ya les habían vencido el pasado sábado, Detroit, que contó con el regreso de Jalen Duren tras ocho partidos fuera, empezó con un arranque muy prometedor (parcial de 22-8) y cerró el primer cuarto por delante.

Un ejemplo de la magnitud descomunal de la crisis de los Pistons es que no conseguían ganar un primer cuarto desde el pasado 11 de diciembre.

Poco les duró esa ilusión puesto que los Nets remontaron en el segundo periodo con un parcial de 23-36 y se marchó al descanso por delante (54-61).

En la reanudación, los Pistons tuvieron una mínima ventaja en el tercer cuarto, pese al dominio de los Nets durante casi todo el periodo; y un margen de +5 antes de llegar al ecuador del último periodo, pero finalmente volvieron a hincar la rodilla y confirmaron su penoso récord.

Cade Cunningham firmó un partidazo e hizo todo lo posible para evitar el hundimiento de los Pistons con 41 puntos (fantástico 15 de 21 en tiros de campo), 9 rebotes y 5 asistencias. El joven metió 37 de sus puntos en una segunda mitad arrolladora y 19 de ellos solo en el último cuarto.

Bojan Bogdanovic le respaldó con 23 puntos.

Cameron Johnson (24 puntos) fue el máximo anotador de unos Nets con seis jugadores por encima de los 10 puntos pero con un desacierto asombroso entre todo el equipo desde la línea de personal (27 de 43, 62,8 %).


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