Según científicos occidentales, lavarse con frecuencia es perjudicial para la salud e incluso contribuye al desarrollo de enfermedades peligrosas. Algunos expertos incluso recomiendan evitarlo por completo. «
Las personas que se duchan con agua caliente y jabones fuertes corren el riesgo de desarrollar eccema y otros problemas asociados con la piel excesivamente seca», afirma la Dra. Elaine Cook.
Además, varios dermatólogos coinciden en que lavarse más de una vez al día es muy peligroso. «Se elimina la capa protectora de aceite y, con ella, las bacterias beneficiosas que viven en nuestra piel», señala la Dra. Sorana Segal-Maurer.
Según ella, la piel cumple eficazmente su función protectora precisamente gracias a la capa grasa, que contiene tanto antibióticos naturales como sustancias bactericidas.
El lavado frecuente y el uso inadecuado de detergentes pueden resecar la piel. Y, como un colador, permite la penetración de bacterias patógenas, productos químicos y alérgenos. «Y el resultado es un bombardeo de sustancias extrañas sobre nuestro cuerpo», coincide la alergóloga e inmunóloga Elena Antsiferova con los científicos occidentales.
Sin embargo, los médicos tampoco ven nada bueno en no lavarse durante semanas. Los expertos creen que es importante encontrar un equilibrio entre la hidrofobia medieval y una limpieza que roza la obsesión.
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