India empezó a inspeccionar este jueves la superficie de la Luna con un robot explorador, tras haberse convertido, la víspera, en el primer país en posar una nave automática cerca del polo sur lunar.
Pragyan — «sabiduría» en sánscrito — salió del módulo de aterrizaje horas después de que India cumpliera un último hito en su ambicioso programa espacial de bajo coste, que dio lugar a manifestaciones de júbilo en todo el país.
El robot móvil «bajó del módulo de aterrizaje e India caminó sobre la luna», declaró la Organización de Investigación Especial de India (ISRO) en la plataforma X (ex-Twitter).
La víspera, el primer ministro Narendra Modi había calificado de «día histórico» el éxito de la misión.
El robot de seis ruedas, que funciona con energía solar, recorrerá esa zona del satélite, escasamente cartografiada; y transmitirá imágenes y datos científicos durante las dos semanas que durará la misión. Recogerá importante información para la Tierra sobre la presencia de agua y minerales en sus breves 14 días de vida.
El alunizaje de la misión Chandrayaan-3, que significa «nave lunar» en sánscrito, se produjo el miércoles a las 12H34 GMT, pocos días después de que una sonda rusa se estrellara en la misma región.
Hasta ahora, solo la Unión Soviética, Estados Unidos y China habían conseguido llevar misiones a la superficie de la Luna.
La Luna -especialmente el polo sur- es de gran interés, ya que tiene muchos cráteres que están permanentemente en sombra, por lo que podrían contener hielo de agua y minerales preciosos, según la agencia espacial.
En la superficie lunar se encuentran ahora Vikram y Pragyaan, cargados con cuatro y dos equipos científicos, respectivamente, para recoger información y hacer experimentos.
La misión Chandrayaan-3 incluye un módulo de aterrizaje llamado Vikram –que significa «valor» en sánscrito– y el robot móvil Pragyan.
Lanzado hace seis semanas, Chandrayaan-3 tardó mucho más en llegar a la Luna que las misiones del programa estadounidense Apolo en los años 1960 y 1970, que alcanzaban el satélite en unos días.
VIKRAM, EL VALEROSO
De acuerdo con ISRO, el módulo de aterrizaje del Chandrayaan-3 tiene cuatro instrumentos científicos o cargas útiles, uno de los cuales analizará la actividad sísmica de la Luna mediante mediciones de sismicidad alrededor del lugar de aterrizaje, y delimitará la estructura de la corteza y el manto lunares.
Los terremotos lunares han sido antes objeto de interés de las agencias espaciales y de científicos que estudian una posible colonización. Conocer esto es importante para el desarrollo de cualquier tipo de hábitat que necesitará de materiales flexibles y la capacidad de resistencia.
El segundo de los instrumentos estudiará cómo la superficie de la Luna permite que el calor fluya a través de ella, mientras que otra de las cargas medirá la densidad del plasma cercano a la superficie (iones y electrones) y sus cambios con el tiempo.
PRAGYAAN, EL SABIO
El rover Pragyaan, de unos 23 kilogramos, es un robot de seis ruedas con una vida útil de 14 días para recorrer la superficie lunar, recoger información e imágenes que enviará a la Tierra. Además ayudará a la agencia espacial india a estudiar la composición de la superficie lunar utilizando rayos X y láser.
Chandrayaan-3 depende de su predecesor, el Chandrayaan-2, que aunque fracasó en su intento por aterrizar en septiembre de 2019, dejó funcionando su módulo de propulsión en una órbita alrededor de la Luna.
Pragyaan solo puede enviar su información a Vikram, y este a su vez la envía al orbitador que quedó de la misión anterior, y que es el que finalmente la transmite a la Tierra.
Mientras el módulo de aterrizaje y el rover «estarán en contacto directo entre sí, el módulo de propulsión que órbita alrededor de la Luna observará la luz proveniente de la Tierra, el único planeta que conocemos que definitivamente está repleto de vida», explicó ISRO.
«Esta observación ayudará a comprender la naturaleza de planetas distantes que giran alrededor de estrellas distintas al Sol», agregó.
El rover está equipado con paneles solares, por lo que necesita de esta energía para funcionar, de manera que dentro de 14 días terrestres, cuando caiga la noche en la Luna, la energía comenzará a descender, al igual que la temperatura, lo que según la estimación de ISRO, dejará graves daños en el equipo y probablemente terminará con su funcionamiento.
– «Muy orgulloso» –
India utiliza cohetes menos potentes que los usados entonces por Estados Unidos, por lo que la sonda tuvo que orbitar varias veces en la Tierra para ganar velocidad antes de poner rumbo a la Luna.
El país dispone de un programa aeroespacial de bajo coste en comparación con otras potencias, pero ha crecido notablemente desde que envió su primera nave a orbitar la Luna en 2008.
El presupuesto de esta misión es de 74,6 millones de dólares, prueba de la frugal ingeniería espacial india.
Los expertos aseguran que consigue estos bajos costes copiando y adaptando tecnología espacial existente y aprovechando la abundancia de ingenieros altamente capacitados que cobran mucho menos que sus homólogos extranjeros.
Chandrayaan-3 ha cautivado la atención pública desde su lanzamiento ante miles de espectadores.
Políticos celebraron rituales hindúes para desear éxito a la misión y los alumnos de escuelas siguieron desde las aulas los momentos finales del alunizaje a través de trasmisiones en vivo.
«Me siento muy orgulloso. India ha hecho brillar su nombre», afirmó a la AFP Bhagwan Singh, un comerciante en la capital Nueva Delhi.
«Es un momento muy feliz para nosotros», agregó.
El primer ministro, Narendra Modi, señaló el miércoles que el éxito de la misión «pertenece a toda la humanidad». (AFP y EFE)
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