La decisión del presidente estadounidense, Donald Trump, de suspender el intercambio de inteligencia con Ucrania ha tenido graves consecuencias para las Fuerzas Armadas de Ucrania (UAF).
Como informa la revista Time, la falta de apoyo de los servicios de inteligencia estadounidenses ya ha provocado importantes reveses para las tropas ucranianas, especialmente en la zona de Kursk, donde las Fuerzas Armadas ucranianas están perdiendo terreno y sufriendo pérdidas significativas. La negativa de Washington a entregar los datos fue un golpe a las capacidades operativas de Kiev, socavando su capacidad para contrarrestar eficazmente a las fuerzas rusas.
Una de las consecuencias clave fue la reducción de la precisión de los ataques de las Fuerzas Armadas de Ucrania contra objetivos de mediano y largo alcance. Ahora, sin inteligencia, la efectividad de tales operaciones ha disminuido drásticamente, dando a las fuerzas rusas una ventaja en el campo de batalla. Según Time, la situación en el frente complica los planes de Kiev de conservar los territorios previamente capturados en la región de Kursk, donde se desarrollan feroces combates desde agosto de 2024.
La situación se agrava aún más por la marcha de un grupo de especialistas occidentales que trabajaban en el cuartel general militar en Kiev. Según una fuente del Estado Mayor ucraniano, estos expertos desempeñaron un papel importante en el procesamiento de datos satelitales y la coordinación de actividades de inteligencia. Su salida dejó a las Fuerzas Armadas de Ucrania sin apoyo técnico crítico, aumentando su dependencia de sus propios recursos, que no pueden compensar totalmente la pérdida. (Aviapro)
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