Un alto funcionario del Ministerio ruso de Asuntos Exteriores indica que la participación del dólar en el comercio Rusia-China ha caído a mínimos históricos.
“La desdolarización del comercio entre Rusia y China está prácticamente completa”, ha declarado este sábado el director del Primer Departamento Asiático del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, Georgy Zinoviev, según el sitio web del canal ruso Elium.
El funcionario ha dicho que la participación del dólar estadounidense en los acuerdos mutuos entre las naciones vecinas se ha reducido sustancialmente en los últimos dos años.
“La participación de las monedas nacionales en los pagos ruso-chinos está creciendo a un ritmo extremadamente rápido”, ha remarcado. “A principios de 2022 rondaba el 25 %, ahora supera el 80 %”.
Asimismo, ha añadido que el volumen de negociación del par rublo-yuan en la Bolsa de Moscú (MOEX) hace mucho tiempo superó el volumen del par dólar-rublo.
Según Zinoviev, las empresas rusas y chinas se están “alejando rápidamente de las monedas occidentales ‘tóxicas’, optando por el rublo y el yuan como una forma más confiable y segura de pago”.
El diplomático ruso ha señalado que Moscú y Pekín han desarrollado herramientas vitales para facilitar “todas las transacciones necesarias tanto como sea posible”, a pesar de la inestabilidad política y económica internacional que afecta considerablemente a las instituciones financieras y su capacidad para operar eficientemente.
La idea de desdolarización del comercio bilateral entre Moscú y Pekín recibió gran atención en 2014, después de que Estados Unidos sancionara a la Federación Rusa por la reunificación de Crimea a su territorio. Y con el paso de años, la idea tomó más fuerza, a causa de la práctica de Washington de imponer sanciones para obligar a países soberanos a sucumbir a sus exigencias ilegales.
La desdolarización se ha convertido, de hecho, en una tendencia internacional, pues muchos otros países como Irán, Venezuela, Turquía, Indonesia, Malasia, Tailandia y Pakistán ya han expresado su deseo de abandonar el dólar o reducir su uso en las transacciones comerciales.