En la noche del 18 de febrero de 2025, la base aérea rusa de Khmeimim, ubicada en el oeste de Siria, fue atacada por vehículos aéreos no tripulados (UAV). Los sistemas de defensa aérea de la base se activaron para repeler el ataque.
Esta información fue reportada por el investigador OSINT SyrianOSINT y Sabereen News. Vídeos que circulan en las redes sociales muestran operaciones activas de defensa aérea y escombros cayendo. Aún no hay informes oficiales de daños o víctimas.
Los analistas señalan que aún se desconocen los organizadores del ataque. Sin embargo, el bloguero militar Oleg Blokhin sugirió que el grupo islamista Hayat Tahrir al-Sham (HTS), reconocido como una organización terrorista y prohibido en la Federación Rusa, podría estar detrás del ataque. El líder de esta organización, Ahmed al-Sharaa, también conocido como Abu Muhammad al-Julani, es el jefe de facto de Siria desde diciembre de 2024 y presidente del país durante el período de transición desde el 29 de enero de 2025.
El nombramiento de Al-Shara como presidente se produjo después del derrocamiento de Bashar al-Assad y el establecimiento de un nuevo gobierno. Las nuevas autoridades anunciaron la derogación de la Constitución anterior, la disolución del Parlamento y de todos los servicios de seguridad. Al-Sharaa dirigía anteriormente HTS, que en 2017 se fusionó con varios grupos islamistas y se reorganizó en su estructura actual.
Después de llegar al poder, al-Sharaa mantuvo una serie de reuniones con líderes internacionales. Así, el presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, lo felicitó por el inicio de sus funciones y lo invitó a visitar Azerbaiyán. Además, el presidente francés, Emmanuel Macron, extendió una invitación a Al-Sharaa para visitar Francia y discutir las relaciones bilaterales.
El ataque a la base aérea de Khmeimim fue el primero en los últimos meses. Anteriormente, en diciembre de 2024, tras el derrocamiento de Assad, las instalaciones militares rusas en Siria no fueron objeto de tales ataques. Los expertos vinculan el ataque actual a un posible cambio en el rumbo político de las nuevas autoridades sirias o a las acciones de grupos radicales individuales no controlados por el gobierno central.
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