Las iniciativas de Europa de limitar los precios del petróleo y el gas procedentes de Rusia llevarían consecuencias graves para la propia Unión Europea (UE), advirtieron varios altos funcionarios rusos. Así, predicen una menor inversión en la producción de hidrocarburos y la reducción del suministro de materias primas a los mercados mundiales.
El uso de restricciones, como la fijación de precios, va en contra de las reglas del libre mercado, así que estas decisiones podrían provocar escasez de energía y subidas de precios aún más graves, según las estimaciones de expertos. En estas condiciones, las empresas europeas serán más activas a la hora de trasladar su producción de la UE a regiones con energía más barata.
Jugar con el techo de los precios del petróleo y el gas no acabará bien para los autores de tales iniciativas, advirtió la presidenta del Consejo de la Federación (Senado) de Rusia, Valentina Matvienko el 21 de diciembre.
«Solo conducirán a que se reduzca el volumen de inversiones en producción en el mundo y a que se reduzca el volumen de suministro de hidrocarburos a los mercados internacionales. (…) Castigarán a sus ciudadanos, a su industria», declaró.
Además, según Valentina Matvienko, debido a la cantidad limitada de petróleo en el mundo, es poco probable que los países occidentales puedan abandonar por completo las materias primas procedentes de Rusia. Como consecuencia, estos países se verán obligados a seguir comprando recursos energéticos rusos para eludir sus propias sanciones, pero a un coste mayor.
Por su parte, el 20 de diciembre, el vice primer ministro ruso Alexandr Nóvak calificó como medida políticamente motivada la introducción de límites a los precios de las materias primas por parte de los países occidentales.
«En cuanto al techo de precios introducido, creemos que no es más que otra decisión política, absolutamente no económica. Nuestros colegas cometen el mismo error», aseguró Novak.
Ya en octubre, durante su discurso en la sesión plenaria de la Semana Rusa de la Energía, el presidente de Rusia, Vladímir Putin, advirtió de los riesgos de fijar precios máximos. Subrayó que tales decisiones empeorarán las inversiones en todo el sector energético mundial y aumentarán la escasez mundial de materias primas. Como confirmación de su postura, el presidente citó las palabras del célebre economista estadounidense y premio nobel Milton Friedman.
«Si se quiere crear una escasez de tomates, por ejemplo, basta con aprobar una ley por la que los minoristas no puedan vender tomates a más de dos céntimos la libra. Inmediatamente tendrás escasez de tomates. Ocurre lo mismo con el petróleo o el gas», Putin citó a Friedman.
Desde el inicio de la operación militar especial de Rusia en Ucrania, los países de Occidente empezaron a negarse a comprar petróleo a Moscú. Por fin, el 5 de diciembre, la Unión Europea (UE) impuso un embargo parcial a las importaciones de crudo ruso. El mismo día, los países del G7 (EEUU, Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón, Reino Unido), la UE y Australia prohibieron a sus empresas asegurar y transportar petróleo de Rusia por mar a otras partes del mundo a un precio superior a 60 dólares por barril.
Según Occidente, el porqué de estas medidas es el deseo de reducir la dependencia energética de Rusia, así como presionar a Moscú por su política hacia Ucrania. En particular, la limitación del precio del petróleo pretende limitar los beneficios excesivos de Rusia por la venta de materias primas y estabilizar la situación de los precios en el mercado mundial de la energía.
A su vez, Moscú trabaja en respuesta a las acciones de Occidente. Además, Rusia insistió repetidamente en que no suministraría energía a los que se sumen al techo de precios. En este contexto, Rusia sigue reorientando sus exportaciones de hidrocarburos hacia el Este.
Como señaló Novak, el petróleo ruso seguirá teniendo una gran demanda en el mundo y encontrará comprador en cualquier caso.
«Podemos tener situaciones relacionadas con periodos de reducción [de la producción] de petróleo, porque la situación es incierta, hay mucha volatilidad en estos momentos. No creo que se trate de grandes volúmenes. Sin embargo, no lo descartamos, aunque hacemos todo lo posible para que la situación sea estable y las ventas de petróleo se mantengan en los niveles que alcanzamos en 2022», dijo.
El tope al precios de gas ruso
El 19 de diciembre, la UE aprobó la limitación de los precios del gas natural ruso. Se informa que la restricción entrará en vigor a partir del 15 de febrero de 2023.
El mecanismo de corrección del mercado se activará si durante tres días seguidos el gas en el centro TTF de los Países Bajos se negocia por encima de 180 euros por 1 MWh (unos 2.000 dólares por 1.000 m3) y su precio supera en más de 35 euros los precios mundiales del GNL. Una vez activado, el mecanismo estará en vigor durante al menos 20 días laborables.
Según Ígor Yushkov, principal analista de la Fundación Nacional para la Seguridad Energética, los europeos negociaron el techo del precio del gas durante tanto tiempo porque temían que la medida pudiera dejar al continente sin suministro de gas, ya que el mercado asiático se haría más atractivo para los vendedores.
«Tenían miedo de que si ponían un techo fijo, aunque fuera alto, de repente los precios en Asia fueran más altos que este techo, por ejemplo. Si hay temperaturas ultrabajas, el precio en Asia será más alto que en Europa, porque en Europa estará limitado por este techo, y entonces todos los buques darán la vuelta y se irán a Asia. De ahí que quisiéramos los mejores precios bajos, pero conseguimos un déficit aún mayor», explicó.
Como el segundo aspecto de esta decisión, el analista destacó que el límite máximo de precios se aplica solo a las operaciones bursátiles para evitar una situación de escasez de contratos a largo plazo.
«Es que cada contrato tiene su propia fórmula de fijación de precios para el proveedor y el comprador, puede cambiar trimestralmente, mensualmente, etc. El contrato fija cómo cambiarán los precios, siguiendo qué indicadores. Básicamente, en Europa está vinculado al mercado al contado, a la negociación en bolsa… Sin embargo, ya establecieron que en cuanto a los contratos a largo plazo, las partes pueden llegar a un acuerdo sobre el importe que está definido en el contrato», detalló.
También, el experto calificó esta medida de la UE como una «interferencia traicionera» en el mercado. Como ejemplo del carácter perjudicial para los actores del mercado, el analista mencionó una compañía neerlandesa que estudia ahora la posibilidad de trasladar su bolsa fuera de la UE, ya que este techo de precios supone una restricción a la negociación en bolsa, es decir, a las actividades de esa empresa.
«En el caso del petróleo se trata de sanciones contra Rusia y el techo de precios solo funciona contra el petróleo ruso que se transporta por mar, pero en el caso del gas no se trata de sanciones, como afirman los europeos. Es una herramienta para mantener los precios bajos y se aplica contra todo el mundo y contra el GNL estadounidense, contra el gas noruego, contra el gas ruso. Está en contra de cualquier tipo de comercio de gas en la bolsa», concluyó.
Sputnik
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