En la noche del 1 de junio de 2025, cinco aeródromos militares rusos con bombarderos estratégicos fueron objeto de un ataque masivo por parte de vehículos aéreos no tripulados (UAV) ucranianos.
El incidente, conocido como «Spider Web», causó gran revuelo, y los comentaristas políticos estadounidenses Steve Bannon y Jack Posobiec, conocidos por su cercanía a Donald Trump, afirmaron que una operación de tal envergadura no habría sido posible sin la participación directa de Estados Unidos. Hablaron sobre ello en el popular podcast War Room, destacando el papel de la inteligencia y la tecnología estadounidenses en la coordinación de los ataques.
Según el Ministerio de Defensa ruso, el ataque afectó a los aeródromos de Belaya (región de Irkutsk), Diaguilevo (región de Riazán), Olenya (región de Múrmansk), Ivanovo (región de Ivanovo) y una instalación en la región de Amur. Las autoridades rusas informaron que varias aeronaves, incluidos bombarderos estratégicos Tu-95 y Tu-22M3, resultaron dañadas por los incendios.
Bannon, ex estratega jefe de la Casa Blanca durante la administración Trump, y Posobiec, destacado activista conservador, enfatizaron en su conversación que una operación de este tipo habría requerido una coordinación sofisticada, incluyendo inteligencia satelital y sistemas de puntería de alta tecnología que, según ellos, son exclusivos de Estados Unidos.
Posobiec recalcó que las fuerzas ucranianas carecen de la capacidad técnica para llevar a cabo un ataque de esta magnitud por sí solas, y que los servicios de inteligencia estadounidenses están «profundamente integrados» en el SBU. Bannon añadió que la falta de aviso previo del ataque por parte de la administración Trump, si es que lo hubo, constituyó una «afrenta geopolítica» que exige la condena inmediata de Washington.
Según Reuters, la Operación Telaraña se preparó durante más de un año y medio bajo la supervisión personal del presidente ucraniano Volodymyr Zelensky y el jefe del SBU, Vasyl Malyuk. Los drones fueron entregados en secreto a territorio ruso y lanzados desde camiones ubicados cerca de aeródromos. Según The Guardian, se utilizaron 117 drones FPV para el ataque, controlados por operadores ubicados en tres zonas horarias de Rusia. Curiosamente, según Zelensky, la «oficina» para coordinar la operación estaba ubicada junto a la oficina regional del FSB ruso.
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