(AFP) Los principales aliados y rivales republicanos de Donald Trump denunciaron el jueves la acusación penal contra el expresidente de Estados Unidos como un intento de descarrilar su nueva candidatura a la Casa Blanca para 2024.
Kevin McCarthy, el líder republicano en la Cámara de Representantes y segundo en la línea de sucesión de la presidencia, así como otros correligionarios, arremetieron contra el fiscal de distrito de Manhattan Alvin Bragg, un demócrata, quien impulsó la investigación penal contra Trump.
«Bragg ha dañado irreparablemente a nuestro país en un intento de interferir en nuestra elección presidencial», dijo McCarthy.
«Utilizó nuestro sagrado sistema de justicia como arma contra (…) Trump. El pueblo estadounidense no tolerará esta injusticia, y la Cámara de Representantes hará rendir cuentas a Alvin Bragg y su abuso de poder sin precedentes», apuntó.
El gobernador de Florida, Ron DeSantis, visto como el principal rival potencial de Trump para la nominación presidencial republicana de 2024, calificó la acusación como «antiestadounidense».
«La militarización del sistema legal para promover una agenda política altera el estado de derecho», afirmó DeSantis. «Es antiestadounidense».
DeSantis acusó a Bragg de «forzar la ley para apuntar contra un oponente político».
Un gran jurado de Nueva York acusó a Trump el jueves por pagarle a la actriz porno Stormy Daniels, justo antes de las elecciones presidenciales de 2016, para que no hablara públicamente de una supuesta relación extramarital con ella.
La inculpación convierte a Trump en el primer expresidente de la historia de Estados Unidos en ser inculpado penalmente.
Donald Trump Jr, el hijo mayor del exmandatario de 76 años, describió al fiscal detrás de la acusación como un «izquierdista corrupto».
Esta inculpación es «digna del tercer mundo», agregó su hermano Eric Trump en un tuit, denunciando «un acto oportunista dirigido a un oponente político en medio de una campaña electoral».
La congresista Elise Stefanik, la republicana de tercer rango en la Cámara de Representantes, denunció la acusación como una «interferencia electoral sin precedentes» y una «cacería de brujas política».
«La extrema izquierda radical no se detendrá ante nada para perseguir al principal oponente político de Joe Biden antes de las elecciones presidenciales de 2024 para suprimir la voluntad y la voz del pueblo estadounidense», dijo Stefanik.
Otro congresista, Jim Jordan, presidente republicano del Comité Judicial de la Cámara baja y aliado de Trump desde hace mucho tiempo, tuvo una reacción de una sola palabra. «Indignante», tuiteó.
«¡¡Estoy con Trump!!!», tuiteó otra aliada de Trump, la congresista de Georgia Marjorie Taylor Greene.
Ronna McDaniel, la presidenta del Partido Republicano, también salió a apoyar al expresidente.
«Cuando nuestro sistema de justicia se utiliza como herramienta política, nos pone a todos en peligro», dijo McDaniel, quien acusó a Bragg de «abuso descarado de poder» y alegó que buscaba una «venganza política».
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