Irán decide rearmarse con cazas y sistemas de defensa aérea chinos

El 8 de julio de 2025, Irán firmó un acuerdo con China para el suministro de sistemas de misiles antiaéreos de largo alcance (SAM) y misiles para ellos, con el fin de restaurar sus sistemas de defensa aérea, gravemente dañados por los bombardeos israelíes en junio, según informó Kommersant, citando fuentes de Oriente Medio.

Este es el segundo contrato urgente entre Teherán y Pekín tras la «guerra de los doce días» con Israel, durante la cual la Fuerza Aérea y la defensa aérea iraníes sufrieron pérdidas significativas. Anteriormente, Irán acordó suministrar 36 cazas multifunción Chengdu J-10C para modernizar su anticuada flota.

Según Middle East Eye, el acuerdo de defensa aérea incluye la entrega de sistemas chinos HQ-9 (FD-2000), capaces de alcanzar objetivos a una distancia de hasta 250 km, incluyendo aeronaves, misiles de crucero y, en cierta medida, misiles balísticos. El pago se realiza mediante trueque con petróleo iraní, lo que permite eludir las sanciones estadounidenses.

El conflicto de junio, denominado Operación León Ascendente, expuso la vulnerabilidad del ejército iraní. Los cazas israelíes F-35I Adir, F-15I Ra’am y F-16I Sufa destruyeron hasta el 30% de la flota operativa iraní, incluyendo los obsoletos F-14 y F-4, y atacaron las instalaciones nucleares de Fordow, Natanz e Isfahán.

Los sistemas de defensa aérea iraníes, incluido el Bavar-373, resultaron ineficaces contra los ataques israelíes con guerra electrónica avanzada, lo que obligó a Teherán a acelerar sus esfuerzos de modernización recurriendo a China, que está expandiendo activamente su influencia en Oriente Medio.

El J-10C, equipado con radares AESA y misiles PL-15 con un alcance de hasta 300 km, ya ha demostrado su eficacia en la Fuerza Aérea de Pakistán, que derribó Rafale indios en mayo de 2025. El acuerdo con el HQ-9 complementa estos esfuerzos al otorgar a Irán la capacidad de crear un sistema de defensa aérea multicapa.

Según un analista del National Security Journal, la integración de los AWACS y los J-10C chinos con el HQ-9 podría mejorar significativamente la coordinación de las fuerzas iraníes, lo que representa una amenaza para los aviones no furtivos de Israel, como el F-15I.

Las negociaciones sobre los suministros comenzaron tras la visita de China del ministro de Defensa iraní, Aziz Nasirzadeh, en junio de 2025. Pekín, que importa hasta el 90 % del petróleo iraní a través de terceros países, considera a Teherán un socio estratégico para contrarrestar la influencia occidental. Sin embargo, como señala Forbes, China se muestra cautelosa a la hora de exportar armas avanzadas, por temor a que la tecnología pueda filtrarse a Estados Unidos a través de información de inteligencia.


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