Represalia de Moscú contra Alemania: expulsa a más de 20 diplomáticos alemanes

Bombardeos frecuentes en torno a la central atómica de Zaporiyia, en Ucrania, preocupan a la OIEA

Moscú. La cancillería de Rusia confirmó ayer la expulsión de más de 20 diplomáticos alemanes, en respuesta a una medida similar adoptada por el gobierno de dichos funcionarios, que hasta ahora no ha dado información oficial al respecto.

La vocera rusa, María Zajarova, indicó a la televisión estatal Zvezda que el gobierno del presidente Vladimir Putin expulsó a más de 20 diplomáticos germanos ante otra expulsión masiva del personal de política exterior en Alemania.

El gobierno alemán, contactado por la Afp, no confirmó la expulsión, limitándose a señalar que estuvo en contacto con las autoridades rusas en las semanas recientes, por asuntos de personal en sus legaciones.

Moscú anunció que prevé reducir el número máximo de empleados de las representaciones diplomáticas alemanas en el país.

La decisión de las autoridades rusas fue comunicada al embajador alemán en Moscú durante la conversación que tuvo lugar en el Ministerio de Exteriores de Rusia el pasado 5 de abril.

El pasado 25 de marzo, el diario alemán Focus, citando a sus fuentes, informó que la ministra de Exteriores alemana, Annalena Baerbock, planea declarar personas no gratas a más de 30 diplomáticos rusos acreditados en el país. El tabloide alemán Bild, a su vez, refirió que, según sus datos, 34 de 90 diplomáticos alemanes que se encuentran en Moscú deben abandonar el país.

En tanto, al menos 17 edificios de apartamentos fueron desalojados en la ciudad rusa de Belgorod, cerca de la frontera con Ucrania, porque un artefacto explosivo fue encontrado donde una bomba, arrojada accidentalmente por un avión ruso, provocó un estallido

El estallido el jueves en la noche estremeció a Belgorod, dejando tres heridos y un enorme cráter. El Ministerio de Defensa de Rusia reconoció rápidamente que un arma arrojada accidentalmente por uno de sus bombarderos Su-34 causó el siniestro.

En este contexto, el director general del Organismo Internacional para la Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi, declaró estar profundamente preocupado por la situación en torno a la central nuclear de Zaporiyia, en cuyas inmediaciones el personal de la agencia sigue detectando explosiones frecuentes que, en ocasiones, evidencian intensos bombardeos.

El OIEA tiene presencia permanente en la central, considerada la mayor de Europa y tomada por las fuerzas rusas desde las primeras semanas del inicio de la invasión en Ucrania. En esta semana, los incidentes han sido prácticamente diarios e incluso en uno de los casos los expertos tuvieron que alojarse en un refugio por precaución.

El propio Grossi, que visitó las instalaciones a principios de mes, vio de primera mano claros indicios de preparativos militares en la zona, explicó en comunicado. El organismo aspira a que haya un área de seguridad que proteja el complejo atómico de potenciales ataques y accidentes.

La central sólo está conectada por un punto a la red eléctrica general, con el riesgo que ello conlleva en términos de seguridad. De hecho, en el año reciente ha habido varios cortes de energía que han obligado a la activación de los generadores de emergencia.

Por otra parte, el viceministro ucranio de Exteriores, Andri Melnik, publicó en Twitter que su país necesita 10 veces más ayuda militar de las que dispone para derrotar a Rusia este año, en una nueva petición de Kiev a sus aliados internacionales para aliviar la falta de munición que llevan denunciando desde hace meses.

Afp, Europa Press y Ap


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