Las fábricas de armas no dan abasto: llaman hasta a sus jubilados para subir la producción

La empresa estadounidense de armas Raytheon Technologies ha llamado a sus trabajadores jubilados a impulsar la manufactura de sistemas de misiles antiaéreos Stinger, que prácticamente habían estado fuera de producción hasta que se inició el conflicto entre Ucrania y Rusia y se convirtieron en una de las armas más solicitadas.

Desde el estallido del conflicto en Europa del Este el 24 de febrero pasado, los aliados de Kiev, incluido Estados Unidos, han enviado a ese país miles de millones de dólares en armas, municiones y equipo militar. Esto ha provocado un aumento en la demanda de defensa aérea y otro equipamiento. Sin embargo, los países empiezan a reconocer que es altamente probable que Ucrania requiera apoyo militar durante los próximos años. 

Además, tras nueve meses de conflicto, algunos países de la Unión Europea y Washington están agotando sus reservas de arsenal armamentístico por los envíos al Ejército ucraniano.

Por esa razón, los mayores fabricantes de armas del mundo están incrementando la producción de lanzacohetes, tanques y municiones para satisfacer lo que los ejecutivos esperan que sea una demanda sostenida debido al conflicto, de acuerdo con información el diario estadounidense The Wall Street Journal.

Particularmente, el Pentágono ha comprometido más de 17.000 millones de dólares en armas y servicios para Ucrania, la mayoría extraídas de las reservas existentes. Además, ha otorgado alrededor de 3.400 millones en nuevos contratos para reponer las existencias nacionales y de sus aliados.

Entre las armas más solicitadas se encuentran los misiles antiaéreos Stinger que se disparan desde el hombro, los cuales estaban casi fuera de producción, así que las empresas tuvieron que encontrar soluciones rápidamente. Por ello, la multinacional estadounidense Raytheon Technologies Corp ha «canibalizado» viejos Stingers y ha traído de vuelta a las fábricas a trabajadores jubilados para aumentar la producción, según The Wall Street Journal. Estados Unidos no había encargado este tipo de misiles desde 2008.

Por su parte, L3Harris Technologies Inc. ha estado extrayendo chips de computadora de radios viejas para fabricar nuevos equipos de comunicación y evitar perder cualquier entrega relacionada con Ucrania. Lockheed Martin, por su parte, está duplicando la producción de misiles antitanque Javelin en colaboración con Raytheon. Además, a mediados de octubre, la compañía informó que planeaba incrementar la producción de su sistema de cohetes de artillería de alta movilidad (HIMARS), un arma de alta demanda en Ucrania que es capaz de alcanzar objetivos situados a unos 300 kilómetros de distancia y que ha sido utilizada por el Ejército ucraniano en contra de civiles.

Pero el aumento también se está produciendo en Europa, en donde algunos de los fabricantes de armas establecidos desde hace mucho tiempo estaban acostumbrados a una demanda más modesta de sus productos. Compañías como la alemana Rheinmetall AG y la sueca Saab AB han disparado su capacidad de producción con la esperanza de recibir grandes pedidos.

Por ejemplo, Rheinmetall AG, uno de los mayores fabricantes de armas y municiones de Europa, acordó comprar a un rival español para reforzar su capacidad de producción de municiones. «Tienes que tomar una decisión empresarial […]. Los clientes darán contratos a las empresas que tengan capacidad», dijo Armin Papperger, director ejecutivo, y agregó que espera contratos importantes para el próximo año.


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