Crimen de guerra: Israel atacó el campo de refugiados palestinos con bombas de una tonelada

Israel utilizó al menos dos bombas de 2.000 libras (aproximadamente una tonelada) durante un ataque aéreo contra Jabalia, una zona densamente poblada al norte de la ciudad de Gaza, donde también había un campamento de refugiados, según un análisis realizado por el diario ‘The New York Times’ con base en imágenes de satélite, fotos y vídeos.

Funcionarios de la Autoridad Nacional Palestina calificaron el ataque contra el campamento de refugiados como una «masacre» en la que, de acuerdo con datos preliminares hechos públicos, murieron o resultaron heridas más de 400 personas, incluidos niños y mujeres.

El ataque a Jabalia provocó la condena de decenas de países, el rompimiento de relaciones con Tel Aviv y el retiro de los embajadores de algunos de ellos.

Israel declaró que su objetivo era un comandante y combatientes del grupo palestino Hamás, así como la red de túneles subterráneos construida por el movimiento islamista radical en toda Gaza.

De acuerdo con The New York Times, el uso por parte de Israel de este tipo de bombas, las segundas en importancia de su arsenal, es frecuente, y su tamaño suele ser el mayor que la mayoría de los ejércitos utilizan de forma habitual.

«Pueden utilizarse para atacar infraestructuras subterráneas, pero su despliegue en una zona densamente poblada como Jabalia ha suscitado cuestiones de proporcionalidad: si los objetivos previstos por Israel justifican el número de víctimas civiles y la destrucción que causan sus ataques», señaló el diario estadounidense.

Según el periódico, las pruebas y los análisis muestran que el Ejército israelí lanzó al menos dos bombas de 2.000 libras sobre el lugar. Dos cráteres de impacto tienen aproximadamente 12 metros de ancho, dimensiones que son acordes a explosiones subterráneas que este tipo de arma produciría en suelo ligero y arenoso, de acuerdo con un estudio técnico de 2016 de Armament Research Services.

Marc Garlasco, uno de los autores de dicho estudio, dijo al rotativo que las bombas podrían haber tenido «una espoleta de retardo» que retrasa la detonación hasta milisegundos después de la penetración en la superficie o en un edificio para que el poder destructivo de la explosión alcance mayor profundidad.

Normalmente, las bombas se equipan con kits de guiado denominados Municiones de Ataque Directo Conjunto, que las convierten de las denominadas «bombas tontas» a armas de precisión guiadas por GPS.

Garlasco dijo que no estaba claro si las bombas estaban equipadas con ojivas antibúnker, que están diseñadas para perforar estructuras militares reforzadas. Pero el objetivo declarado públicamente por Israel era atacar a un dirigente de Hamás en un búnker subterráneo.

La única bomba más grande en el arsenal de Israel es de 4.500 a 5.000 libras, según Jeremy Binnie, editor de Oriente Medio y África para la empresa de inteligencia de defensa Janes.

Hasta el momento, Israel se ha negado a informar sobre el tipo de bombas que ha utilizado en Jabalia. (Sputnik)

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