Ver, pensar, concretizar las ideas y distanciarnos…

APOSTILLAS

Federico Sánchez  -FS Fedor-

El dramaturgo alemán Bertold Brecht proponía, dentro de su teoría teatral, crear el Distanciamiento Escénico. Esto es, hacer una representación de la realidad con sus añadidos, recrearla a modo y semejanza de otras imágenes positivas (o sea, deseos, necesidades, actitudes y aptitudes, ideas del actor y del escritor del drama). Difícil, pero posible.

En esencia quería crear conciencia de una situación dada, desalienar al público, inyectarle una nueva actitud con un nuevo replanteamiento del tema.
Así se realizaría un distanciamiento mental, ideológico, entre lo que establece la realidad y lo que el actor desea, y lo que debería querer el auditorio.

Entonces, yo me pregunto, frente la realidad actual, ¿los actos corruptivos de nuestra clase política, de los que dirigen el sistema imperante, tanto económico como administrativo, a través de un replanteamiento concienzudo, podríamos asimilar esos maleficios y crearnos un distanciando social, amplio, y tomar conciencia de lo que está pasando en la sociedad, en su totalidad?

Trato de asimilar qué les depara a los jóvenes hoy, inmersos, inseridos, enharinados en una sociedad bullanguera y punitiva. Qué les espera para un futuro inmediato, aprisionados por una mente metalizada, por la cultura de la corrupción, que es una decepción miserable, cuando pensábamos que a estas alturas del tiempo, y que cambiando la dirección del tren de la administración pública íbamos a tener una vida más digna, más participativa económicamente hablando, más socializada. Y menos individualista, o egoísta.

En efecto, como podrían avanzar dignamente, en ambiente donde predomina una mente todopoderosa que todo lo distorsiona, donde emerge ese afán de lucro desmesurado, modernista, de obtener las cosas fáciles, sin esfuerzos, que no es malo, si surge nutritivo y sin atropellos, si se consigue por medios lícitos.

Como sobrevivir a un apogeo que vive sesgando, apabullando a los demás, y sólo existe la ¨virtud¨ de apasionarse por y con la vanidad, por y con el lujo suntuoso, que es innecesario para vivir en estabilidad emocional. Cómo es que se mantienen inmersos, insertados en esa adoración de las cosas, del consumo, tratando de obtenerlas sin esfuerzos, a como dé lugar, con desparpajos, estropicios, olvidándose del enriquecimiento espiritual, del intelecto.

Y es que sólo se vive una vez, se proclama a los cuatro vientos. En consecuencia, hay que vivir aferrado a esa ideología de lo barato, de la orgía corporal y a la vez sin un criterio de calidad, que en sentido general distorsiona la realidad humana y su misión de amor, que es lo principal en este mundo que nos han dejado como una arena movediza del universo y que deberíamos abrigar con mayor sentimiento sano.

Tampoco comprendo a los políticos nativos, oficiales y del bando contrario y sus eternos seguidores, los que abogan por el sistema imperante, hegemónico. A veces hay que quedarse tranquilo, muy quieto, pero repleto de inquietudes, observando las irracionales pasiones que los fans políticos del país acometen a diario, creyéndose los campeones del lar nativo. Inútilmente asumen que son los más influencers y por lo tanto los que tienen la razón de sus mensajes propositivos, a veces suaves, a veces ofensivos.

Igual ocurre con los seguidores a ciega. Sí, creen que inventando libelos, improperios y otras vulgares mentiras unos contra otros, les permitirá alcanzar el paraíso. Deben comprender que todos sus líderes, a esos que alaban, que vanaglorian constantemente como la crema innata de la política nacional, los supuestamente aspirantes a llegar a los puestos públicos, van a salvaguardar el país de todos los males. Y que a ellos, los fans, los van a elevar a una mejor categoría.

Deben comprender, repito, que el que llega al solio presidencial y demás escaños congresuales y municipales, olvidan sus promesas, de por sí demagógicas, y les hacen mutis a la mayoría de sus fanes, que creen, aún siguen creyendo, muchos después, en sus ofertas electorales.

Deben asimilar que el sistema jurídico-político dominicano, tal como está concebido, desde los 60’s, siglo pasado, impide cambiar cualquier situación.

Ningún candidato irá contra la corriente, hoy en día, si llega al poder. Sólo los cambios generales de toda la sociedad, en connivencia con todos los sectores, de arriba, del centro y de abajo, será posible propugnar por un adecentamiento del país. Pero ya esto es una ilusión, un empeño inútil, una emoción. Soñar despierto…

Cada quien tiene una «Razón de Estado» sin importar en qué estado emocional se encuentre. Y así, siempre tendrá «la verdad en sus manos». Cada quien la defenderá a su modo. Si se cree poseedor de la verdad absoluta, con mayor justificación, aun se encuentre en una contradicción consigo mismo.

Decía Ortega y Gasset que todo depende de la circunstancia que presente la realidad. El hombre elige la mejor opción que le convenga. Pero si está sesgado o cegado, o inclinado con un apego conformista, imbuido por la pasión, difícilmente podrá advenirse a esa regla, que lo beneficie a él y a los demás.

Entonces, según la circunstancia, lo que antes era bueno, hoy puede ser malo. Y viceversa. Todo será según el cristal con que se mire, al decir del susodicho refrán.

Y en ese sentido, me acojo a lo que decía Karl Marx: «Si el hombre está formado por las circunstancias, entonces las circunstancias deben volverse humanas».  Me parece posible y súper ideal. Humano.

El autor es Periodista, Publicista, Cronista de Cine, Catedrático -universidades O&M y UTESA. Escritor -Poeta, Narrador, Dramaturgo, Ensayista-. Se declara Humanista Universal.  E-Mail: anthoniofederico9@gmail.com FaceBook: Federico Sánchez.  Wasap: 809-353-7870.


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