El Ejército de EEUU quiere convertir balas y proyectiles en campos de flores

En la publicación, el Departamento de Defensa constata que el Ejército estadounidense fabrica y dispara cientos de miles de proyectiles de entrenamiento alrededor del mundo durante sus ejercicios. Estos van desde granadas de 40mm y morteros de 120mm hasta municiones de artillería de 155mm

Los proyectiles y, a veces, los casquillos suelen quedarse en la superficie o se hunden en el subsuelo. Desafortunadamente, el material que se usa para su producción tarda cientos de años —o incluso más— en desintegrarse de forma natural y pueden contaminar el agua y la tierra a su alrededor.

Actualmente, no existe una manera sencilla de deshacerse de estos materiales desechados y en lugar de crear un método para eliminar estos residuos, el Departamento de Defensa está buscando cortar el problema de raíz y evitar que estos elementos sean contaminantes.

La idea es reemplazar los materiales actuales por otros biodegradables. Concretamente, se trataría de una solución basada en semillas de bioingeniería que se incrusten en compuestos biodegradables.

Estas semillas no empezarían a germinar hasta que hubieran pasado varios meses desde que se posaron en el suelo. En otras palabras, el Ejército de EEUU quiere que las balas y cartuchos se descompongan de forma natural una vez usados y sirvan para cultivar plantas en su proceso de desintegración.

El Departamento de Defensa añade que los animales también deben poder consumir estas plantas sin sufrir enfermedades.

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