La fe nos acercará a dios. Bajo esta premisa millones de creyentes acuden a centros de oración en todas partes del mundo. Para los devotos de una iglesia en Sudáfrica, esa proposición se tornó literal.
El pastor Theo Bongani Maseko de la institución Ministerios del Aliento de Cristo en Daveyton, Sudáfrica, fue condenado por supuestamente hacer ingerir a sus fieles líquido para motores, según el periódico sudafricano The Star.
Al menos así parecen confirmarlo las fotos publicadas en el sitio de Facebook del ministerio. En ellas se puede ver cómo las personas son alimentadas con el líquido. La leyenda de las imágenes lee: «La plenitud de Cristo está en esta botella. Curación y extraña liberación». Maseko aseguró que realizó esta práctica para «demostrar el poder de Dios».
«Cuando rezamos todo lo malo muere. Si oramos nada puede dañar a la gente, por eso nada sucedió y nadie terminó en el hospital», aseguró.
Luego el párroco citó la Biblia e insistió en que al beber el líquido los devotos de su congregación se habían «salvado». «Jesús escupió en el suelo e hizo barro. Tomó el barro y lo untó en los ojos de un ciego, quien al instante fue sanado. Marcos 16 v 17-18 dice: ‘En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas; tomarán en las manos serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán», citó.
Sin embargo, la controversial práctica fue condenada por la Comisión de Promoción y Protección de los Derechos de las Comunidades Religiosas, Culturales y Lingüísticas de Sudáfrica. Su presidenta, Thoko Mkhwanazi-Xaluva, indicó que muchas «vidas están en riesgo» e instó a los líderes religiosos a trabajar juntos para poner fin a lo que ella describió como abusos «imprudentes» del cristianismo.
«Mucha gente va a morir uno de estos días. Somos afortunados que no ha sucedido aún. La vida de muchas personas está en riesgo», indicó.