Hombre se introduce clavo en el cerebro por accidente en EE.UU.

Sin embargo, la mujer bromeó sobre el asunto el viernes, un día después de que los médicos le sustrajeron a Dante Autullo el clavo de 8,25 centímetros (3,25 pulgadas) que él mismo se introdujo en el cerebro.

«Dante dice, ‘Quiero hacer un collar con esto»’, dijo Glaenzer, sentada el viernes en el vestíbulo del Centro Médico Advocate Christ, donde Autullo, de 32 años, fue internado en buenas condiciones en la unidad de terapia intensiva. La mujer seguía sin creer cuán afortunado era el padre de sus cuatro hijos.

«Se siente bien. Podía mover todos sus miembros, habla normalmente, recuerda todo», dijo Glaenzer, de 33 años. «Es asombroso, un milagro».

Autullo estaba en su taller el martes, utilizando su pistola de clavos, cuando la herramienta dio un culatazo cerca de su cabeza, dijo Glaenzer.

El hombre creyó sentir un golpe de la herramienta, pero lo que ocurrió en realidad es que la pistola reconoció su cabeza como una superficie plana y le disparó un clavo, explicó Glaenzer.

«Yo lo vi cuando llegó a casa, y parecía como si (su cabeza) tuviera una cortada», dijo la mujer.

Autullo le explicó a su pareja que al parecer un clavo le había «rozado la cabeza, junto a la oreja». La mujer simplemente limpió la herida con agua oxigenada.

Ninguno de los dos pensó mucho al respecto, y Autullo siguió con su día. Incluso paleó un poco de nieve. Pero al día siguiente, se despertó de una siesta y sintió náuseas.

Glaenzer sintió que algo andaba mal y le sugirió a Autullo que fueran al hospital.

Al principio Autullo se rehusó, pero accedió el miércoles, luego de que recogieron a un hijo del colegio.

Un par de horas después se le tomó una radiografía, la cual reveló la presencia del clavo, a la mitad del cerebro. Los médicos le dijeron a la pareja que el clavo quedó a milímetros de la zona del cerebro que controla las funciones motoras.

El portavoz del hospital Mike Maggio dijo que la cirugía llevó dos horas y la parte del cráneo que se removió para la operación fue reemplazada por una malla de titanio. El cirujano no quiso poner de vuelta la parte del cráneo por temor a que se hubiera infectado con el clavo.

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