Interpretada por Sabrina Gómez, la pieza, que se presenta en la Sala Ravelo hasta el domingo 23 de febrero, utiliza humor negro y poesía ácida para abordar temas de exclusión social.

Sabrina Gómez protagoniza el monólogo La Monstrua: Lamentaciones de la Mujer Barbuda, obra dirigida por Carlos Espinal.

La pieza, que se presenta en la Sala Ravelo del Teatro Nacional hasta el domingo 23 de febrero, utiliza humor negro y poesía ácida para abordar temas de exclusión social y los estándares de belleza impuestos por la sociedad.

La obra está inspirada en la vida de Julia Pastrana, una mujer barbuda exhibida en circos del siglo XIX.

Es el primer monólogo de Sabrina Gómez en el escenario, y la actriz ha sido aclamada por su dominio escénico y la profundidad de su interpretación.

¿Quiénes son los verdaderos monstruos? ¿los que son exhibidos o los que miran sin cuestionar?

En sus diálogos, Gómez refleja el dolor de la mujer barbuda, víctima de abusos y de una vida limitada a la humillación pública.

La obra plantea una metáfora sobre el conflicto entre la esencia y la apariencia, cuestionando los cánones de belleza, impuestos y la exclusión social.

Bajo la dirección de Carlos Espinal y la producción de Marcos Malespín, la pieza invita al público a reflexionar sobre cómo las estructuras sociales perpetúan la marginación de aquellos que no cumplen con los ideales establecidos.

La obra, con música de Dante Cucurullo, también explora cómo los estándares de belleza afectan la vida de las mujeres en una sociedad machista.

Espinal describe la pieza como una crítica social que desafía a los espectadores a cuestionar quiénes son los verdaderos monstruos: ¿los que son exhibidos o los que miran sin cuestionar?